Sólo el 7 por ciento de las empresas españolas están en un nivel de preparación «maduro» en materia de ciberseguridad, a pesar de que una inmensa mayoría (el 83 por ciento) esperan que algún incidente relacionado con ese tipo de riesgos perturbe su negocio durante los próximos meses. Los resultados se ponen de relieve en un estudio que ha realizado la multinacional Cisco, del sector de las tecnologías en internet, y que se ha presentado a los medios de comunicación.
El estudio de esta multinacional se basa en encuestas realizadas a 6.700 responsables de ciberseguridad de 27 países, entre ellos España, con el fin de evaluar la preparación de las empresas en cinco pilares básicos de ciberseguridad -identidad, dispositivos, red, cargas de trabajo de aplicaciones, y datos-.
Los responsables del informe han clasificado a las empresas en cuatro etapas de preparación en función de las soluciones que han adoptado para protegerse en materia de ciberseguridad: principiante, formativa, progresiva y madura. El estudio analiza los aspectos en los que las empresas lo están haciendo bien y también las lagunas de preparación en materia de ciberseguridad, y a partir de esos resultados han concluido que dos terceras partes de las organizaciones en España se encuentran en las fases «principiante» (8 %) o «formativa» (59 %), lo que significa que su nivel de preparación está por debajo de la media global, y que sólo el 33 por ciento alcanzan los niveles «progresivo» (26 %) y «maduro» (7 %).
Los responsables de esta empresa en España han advertido de que el coste de no estar preparado puede resultar considerable, y han observado que en el último año, una de cada dos organizaciones españolas han sufrido una brecha o ataque. Ángel Ortiz, director de Ciberseguridad en Cisco España, ha subrayado durante la presentación del informe que las organizaciones empresariales han pasado en España de un modelo operativo en gran medida estático a un modelo «híbrido», en el que se trabaja desde múltiples dispositivos y diferentes ubicaciones.
Eso supone, ha detallado, que los trabajadores se conectan a múltiples redes y aplicaciones y generan una enorme cantidad de datos, lo que supone «nuevos y únicos retos».