La aplicación de mensajería instantánea WhatsApp, propiedad de Facebook, ha reconocido este martes haber detectado un fallo en su sistema que permitió que piratas informáticos instalasen software espía en algunos teléfonos y accediesen así a los datos contenidos en los dispositivos.
La compañía confirmó en un comunicado la información que unas horas antes había publicado en exclusiva el Financial Times e instó a los 1.500 millones de usuarios que tiene en todo el mundo a «actualizar la aplicación a su última versión» y a mantener al día su sistema operativo como medida de «protección».
WhatsApp, que fue adquirida por Facebook en 2014, indicó que en estos momentos aún no puede precisar cuántas personas fueron afectadas, pero aseguró que las víctimas fueron elegidas «de forma específica», de manera que en principio no se trataría de un ataque a gran escala.
El «spyware» o software espía que se instalaba en los teléfonos «se asemeja» a la tecnología desarrollada por la empresa de ciberseguridad israelí NSO Group, lo que llevó a WhatsApp a situarla como principal sospechosa detrás del programa de espionaje.
La vulnerabilidad en el sistema, para la que la empresa sacó un parche este mismo lunes, fue detectada hace sólo unos días y por el momento se desconoce durante cuánto tiempo se estuvieron produciendo las actividades de espionaje.