Louis Vuitton alzó este lunes el telón de sus eventos exclusivos en la Isla. El Castell de Bellver acogió el primer plato fuerte con una cena dirigida por el chef Quique Dacosta. De hecho, el artífice del tres estrellas Michelin de Denia se desplazó hasta la Isla para la ocasión antes de que el miércoles y el viernes otros dos cocineros de renombre ofrezcan sus creaciones al selecto público en ese mismo lugar.
Y es que, a diferencia de lo que se publicó en algunos medios, la gran atracción del evento no fue un desfile de moda, sino una selecta experiencia organizada desde París para exclusivos clientes de la línea de alta joyería de la marca. Los invitados deben dejar a modo de aval alguna de sus alhajas. La más económica estaría valorada en 100.000 euros y la más costosa llegaría hasta los 15 millones. Se calcula que el valor total de las alhajas llegadas a Mallorca para este evento contaría con un precio conjunto que oscila entre los 500 y los 600 millones de euros.
El Castell de Bellver no ha sido el único enclave escogido por la firma de lujo para agasajar a sus clientes más apreciados, ya que el recinto de sa Fortalesa también será el lugar para otras celebraciones. De hecho, este lunes por la mañana, algunos de los asistentes a la cena disfrutaron de un paseo en barco por aguas de Formentor.
Desde allí pudieron divisar el hotel Four Seassons, donde algunos de ellos se encuentran alojados tras aterrizar abordo de varios aviones privados. Se desconoce todavía si como se ha comentado alguna estrella internacional de cualquier ámbito hizo presencia en el evento.
Una anécdota
Mientras en el interior del castillo un grupo reducido de miembros de la alta sociedad disfrutaba de la velada, abajo, en las barreras de la cuesta que da acceso a la fortificación, la realidad era muy diferente. Una vecina increpó airadamente a uno de los policías locales, que, junto a miembros de una empresa de seguridad, se encarga de controlar y prohibir los accesos al recinto. «Es una vergüenza que un par de ricachones nos quiten a los ciudadanos una cosa que es pública», le espetó al agente mientras paseaba, como cada tarde, a su perro.
BeatoIdò que sigui ja i a veura si ens deixen tranquils d'un pic....