El Vaticano ha implementado un sofisticado protocolo para la conservación del cuerpo del papa Francisco, quien falleció el pasado lunes a causa de un ictus cerebral y una insuficiencia cardíaca irreversible. El proceso de embalsamamiento utilizado permitirá que el féretro permanezca abierto durante varios días mientras cientos de miles de fieles acuden a rendirle homenaje en la Basílica de San Pedro, donde estará expuesto hasta el viernes, previo al funeral que se celebrará el sábado.
El féretro permanecerá expuesto hasta el próximo viernes para que los fieles puedan dar su último adiós al papa argentino. Tras la ceremonia funeral del sábado, Francisco descansará definitivamente en una tumba subterránea en la basílica de Santa María la Mayor, cumpliendo así con su deseo personal sobre su lugar de sepultura.
Las condiciones climáticas de Roma en primavera, caracterizadas por altos niveles de humedad y temperaturas moderadas, suponen un reto adicional para la conservación del cuerpo, ya que estos factores pueden acelerar el proceso natural de descomposición. Por ello, los especialistas vaticanos han debido aplicar técnicas específicas para garantizar la integridad del cadáver durante el periodo de exposición pública.
¿Cómo se conserva el cuerpo del papa Francisco?
Según explica National Geographic, el procedimiento comenzó con un meticuloso lavado para eliminar bacterias de la superficie corporal, seguido del afeitado del vello facial y la aplicación de masajes para aliviar la rigidez cadavérica o rigor mortis que aparece después del fallecimiento. Estos pasos iniciales son fundamentales para preparar el cuerpo antes del proceso principal de conservación.
El método central empleado ha sido un embalsamamiento con drenaje sanguíneo e inyección de sustancias químicas preservantes. Este sistema, similar al empleado con otros pontífices anteriores, implica la extracción de la sangre a través de arterias principales como la carótida, para posteriormente introducir una solución conservante que contiene formaldehído, alcohol, colorantes específicos y agua purificada.
El embalsamador español Josep Lluís Mulero Plata, quien ha contactado directamente con la Santa Sede ofreciendo su experiencia profesional, explicó al medio 'Cierre Digital' los detalles técnicos del procedimiento: «El proceso incluye la inserción de cánulas especiales en determinadas arterias para drenar la sangre mientras simultáneamente se inyectan los líquidos conservantes a través del sistema circulatorio». Además, añadió que «se utilizan anticoagulantes específicos para evitar la formación de coágulos y correctores de pH que neutralizan las toxinas naturales que aparecen tras el fallecimiento».
El formaldehído presente en la solución cumple una doble función esencial: por un lado elimina las bacterias que acelerarían la descomposición, y por otro fija las proteínas celulares, ralentizando significativamente el proceso degradativo natural. Este procedimiento funciona de manera inversa a una transfusión sanguínea convencional, ya que se extrae la sangre coagulada que, de permanecer en el organismo, aceleraría notablemente la descomposición tisular.
El féretro papal: diseño especial para la preservación
Un elemento crucial en la conservación a medio y largo plazo del cuerpo papal es el diseño especial del féretro. Según los expertos consultados, el ataúd que contendrá los restos mortales del papa Francisco presenta una estructura de doble capa: una interna hermética fabricada en zinc sellado, y otra externa de madera noble. Esta configuración está específicamente diseñada para garantizar la conservación prolongada del cuerpo una vez concluyan las ceremonias públicas.
El zinc es un material que proporciona un sellado excepcional contra la humedad y los agentes externos, creando un ambiente controlado que minimiza la degradación natural. La capa externa de madera, además de aportar la estética tradicional, proporciona protección mecánica adicional al conjunto.
La preservación de los cuerpos de los pontífices tiene una larga tradición en la Iglesia Católica. En el caso de Juan Pablo II, fallecido en 2005, se aplicaron técnicas similares que permitieron que su cuerpo permaneciera expuesto durante varios días. Sin embargo, con el paso de los años, los métodos se han ido perfeccionando para lograr resultados más naturales y duraderos. El protocolo actual representa una evolución significativa respecto a las técnicas empleadas en siglos anteriores, cuando se utilizaban métodos más rudimentarios basados principalmente en el uso de especias, sales y aceites esenciales para retrasar la descomposición.
¿Por qué no se opta por la momificación completa?
A diferencia de otras tradiciones como la momificación egipcia o la preservación de líderes como Lenin o Mao, el Vaticano no busca una conservación indefinida del cuerpo, sino únicamente mantenerlo en condiciones dignas durante el periodo de velatorio público. La tradición católica contempla el entierro como destino final, respetando el ciclo natural de la vida y la muerte expresado en la frase bíblica «polvo eres y en polvo te convertirás».
Este enfoque moderado de la conservación refleja la visión teológica católica sobre la muerte y la resurrección, donde el cuerpo físico es respetado pero no se busca su preservación eterna, a diferencia de otras tradiciones culturales o políticas. Gracias a estas técnicas avanzadas de conservación, miles de peregrinos y fieles de todo el mundo podrán desfilar ante el cuerpo del papa Francisco durante los próximos días para rendirle un último homenaje, antes de que sus restos sean finalmente sepultados el sábado tras la solemne ceremonia funeral que se celebrará en la Plaza de San Pedro.
Las declaraciones del Papa sobre el atentado de Charlie Hebdo, a mi entender, fueron razonables,de sentido común. El Papa no justificó el atentado ni defendió a los terroristas que lo perpetraron, eso es una difamación y manipulación de sus declaraciones. Él solo defendió el respeto a todas las confesiones religiosas y no ampararse en la libertad de expresión para insultarlas y hacer burla de ellas.