Apenas abrió ayer sus puertas tras unos días de descanso, el restaurante Es Cruce, de Vilafranca de Bonany, se llenó de clientes para disfrutar de los deliciosos pa amb oli y berenars de forqueta, que tanta fama ha ido cosechando este emblemático establecimiento propiedad de Guillermo Garí Fornés, al igual que su especialidad de caracoles cuinats, que mañana viernes, con motivo de la festividad de Sant Marc han cocinado 6.000 kilos.
«Desde ayer, ya estaban los caracoles preparados para ser degustados en el restaurante, o bien llevárselos en las tarrinas que tenemos de dos, cuatro o más raciones, con su correspondiente all i oli. De hecho mucha gente que viene a merendar, en un noventa por ciento, se los lleva para celebrar Sant Marc».
Cabe recordar que el hecho de comer caracoles este día, entra en la tradición de «qui menja caragols per Sant Marc, gaudeix de bona salut o bé no quedarà nombrat», o sea, que se disfrutará de buena salud y no tendrá riesgo de ictus o embolias.
En Es Cruce pudimos comprobar como muchos clientes se llevaban sus tarrinas. El empresario Garí señaló que «mañana será cuando tengamos mucha gente en el restaurante, que acogemos sin reserva y también quienes los vienen a buscar formándose en ocasiones largas colas. En estos últimos años consumirlos ha experimentado un gran auge».
Receta familiar
La especialidad de Es Cruce son sus famosos caracoles cuinats, elaborados a base de costilleja, gallina, carne magra, oreja, manitas de cerdo, carnes kilómetro cero, sobrasada y butifarrón todo condimentado con hierbas aromáticas de hinojo y hierbabuena, entre otras.
Según el propietario «la receta procede de mi abuela materna María Mascaró (María Batlina) que fue quien los hacía en el restaurante cuando abrimos hace cincuenta años y desde entonces los hemos elaborado así. En el restaurante los servimos acompañados de un all i oli hecho a base de leche, aceite, sal y ajo, salsa de la que el año pasado elaboramos 700 kilos».
Con relación al ingrediente básico, los caracoles, al no haber producción local suficiente, para estas fechas clave y durante todo el año que vienen consumiéndose, éstos proceden de Marruecos y de la Península, con total garantía de calidad».
Consultados algunos de los numerosos clientes que disfrutaban de su exquisito almuerzo, en el que estaba incluido la cazuelita de caracoles, señalaron que «están en su punto de cocción, o sea, bien engañados y son muy gustosos». También añadieron que «como conocemos la elaboración, no la cambian y nos gusta mucho, vamos a tiro fijo y por ello el día de Sant Marc venimos a buscarlos para comer en familia y disfrutarlos en casa».
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