A pesar de que la comunidad china entró en el nuevo año de la serpiente de manera oficial el pasado 29 de enero, la plaza del mercat de Pere Garau fue el lugar elegido ayer mediodía para festejarlo. Y de qué manera. Más de mil personas, la gran mayoría vecinos locales de Ciutat, asistieron a una jornada lúdica que se ha consolidado con éxito como una de las actividades a seguir en el calendario palmesano. Familias con niños, gente mayor, grupos de jóvenes amigos... un poc de tot abarrotaron el epicentro del barrio chino de la capital en un día cálido y soleado perfecto para disfrutar de actividades al aire libre.
La primera de ellas fue el vistoso y colorido baile de los Dos Dragones, en el que cada una de las criaturas mitológicas danzaron desafiándose entre sí al son de unos imponentes tambores mientras eran portadas por dos equipos de diez jóvenes chinos que dieron vueltas en círculos e hicieron contorsionar al colorido y alargado animal mitológico. El masivo público disfrutó de este espectáculo, encargado de abrir el telón de las actividades programadas desde un gran corro circular vallado por barreras en medio de una plaza desde cuyos árboles prendían los tradicionales farolillos rojosjos.
A continuación, ya en el escenario situado en uno de los laterales del mercado, tres portavoces presentaron en catalán, castellano y chino «no solo la fiesta más importante de la comunidad china, sino un tesoro cultural inscrito desde hace años en la UNESCO como un símbolo que durante siglos ha encarnado la alegría, esperanza y la unidad familiar». Además de desear cortesmente un Feliz Año nuevo chino a unos asistentes que correspondieron con un gran aplauso.
Por su parte, ya en el turno de los discursos oficiales Fang Ji, presidente de ACHINIB, la entidad que representa a la comunidad china en Balears y organiza este acto, agradeció a todos los participantes y al Ajuntament de Palma por declarar a principios de este año esta festividad que se celebra en Palma desde el año 2016 como Actividad de Interés Municipal. Las concejalas Maria Luisa Marqués-Rattier, de Interculturalidad, y Lourdes Roca, de Cultura, asistieron a la fiesta en representación del alcalde de Palma Jaime Martínez. Ji puso especial énfasis a lo largo de su intervención en que el dinero recaudado durante la jornada irá destinado a habiliatar en el Hospital de Son Llàtzer una sala más «humana» y con todo tipo de comodidades para hacer la estancia de los familiares de pacientes con cáncer más fácil y acogedora.
Durante las siguientes horas se llevaron a cabo dentro y fuera del escenario un gran número de actividades, algunas tradicionales, otras contemporáneas o que fusionaban las costumbres del gigante asiático con otras culturas. Por ejemplo, los alumnos del Centro Educativo Huayue danzaron al son de la canción clásica Xiang Wang Xing (Marcha del rey elefante) y los del Col·legi Sant Josep Obrer siguieron la misma línea aportando un conjunto de varietés con música y baile. También hubo lugar para la poesía clásica o las artes marciales con demostraciones de kung-fu, así como una fusión entre taichi y flamenco.
Catalina Salom y su nieto Gerard, de cuatro años, disfrutaron ayer por la mañana de un divertido domingo. La abuela explicó a este periódico que «nos lo hemos pasado muy bien pero creo que había demasiada gente. Todo el mundo estaba concentrado en el mismo lugar. Es lo único que creo que se podría mejorar porque todo lo demás nos ha encantado. Había de todo para hacer. Ojalá esta fiesta dure muchos años más».
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