El Parc de sa Riera acogió este sábado una nueva edición de la Nit de les Ànimes con una notable asistencia de público y numerosas actividades que hicieron las delicias de mayores y pequeños. Después de que el mal tiempo obligara a su aplazamiento la semana pasada, tanto el anfiteatro del parque como la explanada albergaron a centenares de personas disfrutando del buen tiempo la música, los talleres y las actuaciones que dieron forma al programa.
El evento, que fue recuperado en 2015 y tiene como objetivo recuperar la tradición mallorquina de Tots Sants, se desarrolló bajo la organización del área de Participació Ciutadana del Ajuntament de Palma y fue posible por la colaboración e implicación de diversas entidades como la Asociación de Vecinos Ca’s Capiscol-Son Busquest-Tramuntana, la Asociación de Vecinos Santa Pagesa, el Club de Esplai Xiroi, los Dimonis des Cau des Boc Negre, y la Batucada Deixonats.
En la zona del anfiteatro se sucedió la presencia de los xeremiers, la actuación infantil Músic Mec y una ballada, mientras que en la explanada del parque sensorial tenían lugar los talleres de farolillos, rosarios dulces, pintacaras y chapas. Al mismo tiempo los más pequeños se lo pasaron en grande con los diferentes interpretaciones de cuentacuentos de Viatge al món de n’Aina. También hubo espacio para la gastronomía típica de estas fechas y fueron muchos los que no dejaron escapar la oportunidad de comer buñuelos antes de que otros dulces asuman su relevo en el calendario navideño.
La guinda a toda la tarde la puso un espectacular ‘correfoc’. El fuego y el humo impregnaron la atmósfera festiva de la Nit de les Ànimes que volvió a reunir a multitud de público de todas las edades reivindicando en cierta medida la tradición mallorquina frente a la indiscutible tendencia al alza que tiene Halloween.
Cabe destacar que de forma paralela a todas las actividades que se desarrollaron en el Parc de sa Riera la jornada también contó con visitas guiadas al cementerio de Palma, donde los asistentes en los diferentes grupos conocieron algunos de los secretos y misterios del campo santo de Ciutat al mismo tiempo que conocían de primera mano algunas de las joyas artísticas y arquitectónicas del lugar.