Cirios, flores, estampitas, algunas lágrimas y riguroso luto marcaron este lunes el tradicional ‘Enterro d’en Berga’, que despidió las populares fiestas de Canamunt y Canavall promovidas por la asociación Orgull Llonguet.
La comitiva integrada en gran medida por los integrantes de la organización y sus allegados inició su particular recorrido desde la Plaça de Santa Eulàlia de Palma hasta la calle Sant Pere Nolasc, la misma en la que el juez Jaume Joan de Berga fue asesinado hace 400 años por un tiro de arcabuz del bandolero Antoni Gibert ‘Treufoc’, quien posteriormente fue detenido y ejecutado.
El colorido y el jolgorio de la batalla de agua del domingo en el Parc de la Mar, que contó con la participación de miles de personas, dieron paso a la emotividad y a la intimidad que supone la teatralización del ‘Enterro d’en Berga’.
La despedida del que fuera jurista y abogado de la Real Audiencia de Mallorca también puso así el broche a unas fiestas que rememoran los enfrentamientos que protagonizaron los bandos nobiliarios de Canamunt y Canavall en el siglo XVII y que se han consolidado en el calendario de actividades de Ciutat a lo largo de diez años en los que la participación ha ido creciendo hasta alcanzar gran popularidad.