El rey Felipe, antes de poner rumbo, por el Passeig Marítim, para acercarse al Real Club Náutico de Palma para participar en la penúltima jornada de la 42 Copa del Rey Mapfre de Vela, se dirigió a la base naval de Portopí para saludar a los tripulantes del catamarán ‘Maxicat Victoria', de Alex Pella.
Fue una visita privada y totalmente improvisada. Pudimos ver, desde la distancia, al Monarca charlar de forma distendida con los miembros del equipo que hace unos días batió el récord de la Vuelta a España. El barco liderado por Alex Pella cubrió el recorrido entre Getxo y Barcelona en 4 días, 17 horas, 14 minutos y 46 segundos: 1.500 millas náuticas (2.778 kilómetros), navegando sin asistencia y sin escalas. El rey Felipe no quiso pasar la oportunidad de que el ‘Maxicat Victoria' se encontraba en aguas de Mallorca y, pese a tener poco tiempo, pasar a saludar. El ‘Maxicat Victoria' suma su última hazaña del récord absoluto de la vuelta a la Península ibérica, al realizado en abril en la Vuelta a Menorca, con un registro de 5 horas, 4 minutos y 57 segundos. Tras algunas fotos de recuerdo con la tripulación, Felipe VI corrió hacia su coche y se dirigió al club náutico.
Un hombre muy querido
Nada más llegar al Real Club Náutico de Palma, el Rey, como cada mañana, era recibido por el vicealmirante Jaime Rodríguez-Toubes, quien en esta ocasión sin imaginárselo sería objeto de un merecido reconocimiento. Jaime Rodríguez-Toubes es un hombre muy querido y este viernes tuvo un caluroso homenaje sorpresa. Todos los tripulantes del ‘Aifos' y del ‘Regulus', los dos barcos de la Armada que compiten en esta 42 edición, así como miembros de la organización, lo recibían con un largo aplauso. El rey Felipe le hizo entrega de una placa conmemorativa.
Fue un momento emocionante para Rodríguez-Toubes, antes de que la flota soltase amarras para afrontar la cuarta jornada de competición. El Náutico de Palma se despide este sábado de las regatas tras una semana llena de fiestas, actos y homenajes.