A la espera de la llegada a Mallorca del cofundador y presidente de Facebook, Mark Zuckerberg, la tripulación de su última adquisición, el megayate Launchpad, y su barco de apoyo Wingman, junto a los pilotos de su helicóptero privado, revisan una y otra vez que todo funcione perfectamente. Durante todo este jueves, el personal ha realizado en varias ocasiones los posibles trayectos por la costa y los vuelos desde las embarcaciones al aeropuerto y viceversa. Alrededor de medio centenar de empleados ya están listos para recibir a Zuckerberg y su familia, en aguas de Mallorca, para disfrutar de la embarcación que le ha costado 300 millones de dólares.
La presencia del nuevo megayate en España ya ha despertado el interés de medios de comunicación de todo el mundo, pero además le envuelve una polémica, pues según publica la revista Luxury Launches, el megayate Launchpad y su barco de apoyo Wingman desactivaron los transpondedores de ubicación obligatorios (AIS) desde que salieron de Florida hasta que llegaron a las Islas Baleares españolas. Una infracción que podría ser sancionada.
La embarcación amarró hace una semana en el Club de Mar de Palma y es el regalo que se ha hecho el propio Mark Zuckerberg por su 40 cumpleaños, hace un mes y con el que espera estrenarlo junto a su esposa, Priscilla Chan, y sus tres hijos, August, Máxima y Aurelia. Previsiblemente el jet privado de la familia aterrice en el aeropuerto de Son Sant Joan en las próximas horas y tras embarcarse, la familia podría iniciar un crucero por el Mediterráneo.
Con más de cinco mil toneladas de registro, mide 118 metros de eslora y puede alojar a 26 invitados y medio centenar de tripulantes. Su estilizado diseño, con el casco de acero de color azul marino y superestructura de aluminio en blanco, se debe a Espen Oeino, una de las firmas de mayor prestigio en el mundo de la náutica. Entre sus instalaciones a bordo destaca un helicóptero, zona de beach club, centro de belleza, cine-teatro, jacuzzis y solárium en cubiertas de teca. El exclusivo barco dispone de una autonomía de navegación oceánica y alcanza una velocidad de 24 nudos. Asimismo, puede fondear por geolocalización y cuenta con iluminación subacuática. Su visita se produce pocos días después de la realizada por los megayates Golden Odyssey y Rising Sun, que fondearon de forma simultánea en la costa de Andratx y después en la bahía de Palma.