La indestructible leyenda alemana del running Kalli Flach ha completado un total de 99 maratones, 172 triatlones y 41 duatlones en las últimas décadas. Y más recientemente, este atleta aficionado, nacido en 1938, participó en la versión de 10 kilómetros de la media maratón de Cala Rajada el 13 de abril.
Oriundo de Hesse y con residencia en la Isla, aseguró entonces con un brillo en los ojos: «Nunca he corrido tan despacio en mi vida como este año; es una vergüenza». De hecho, el mejor tiempo de este hombre de 86 años en diez kilómetros es impresionante: 34 minutos y 16 segundos, aunque de eso hace ya varios años. Flach fue incluso subcampeón de medio maratón en su grupo de edad «antes de la caída del comunismo, en 1984», recuerda.
«En realidad, empecé a correr demasiado tarde, cuando ya tenía más de 30 años», explica. De joven, en los años 50, se formó como mecánico de fundición, pero entonces seguía siendo un fanático del deporte. «Empecé a correr porque tenía problemas de salud y sufrí una angina de pecho. Este entrenamiento se convirtió entonces en mi gran pasión». Y, asegura, apenas ha vuelto a enfermar. «Siempre estoy sano y nunca he tenido un resfriado».
Llegó a Mallorca por casualidad hace más de 35 años, mientras se preparaba para un triatlón. «La Isla me ha acompañado desde entonces», afirma Flach, que también participa cada año en numerosas competiciones en Mallorca. Su mayor fortaleza reside en la disciplina. Reconoce que debido a su avanzada edad a veces causa revuelo entre los espectadores que siguen la competición.
Ocasionalmente, también compite con amigos y gente de su edad o un poco más joven.
Archiva meticulosamente cada inscripción en una carpeta de su piso de Cala Rajada. Comprueba regularmente en su ordenador portátil los plazos de inscripción para las próximas carreras en Mallorca y también guarda un chip de carrera que lleva en el tobillo en las competiciones.