Del nivel del mar a la cima de África. Ese es el camino realizado por dos miembros del Real Club Náutico de Palma que han hollado la cúspide del Kilimanjaro, que con 5.891'8 metros de altitud es el techo de aquel continente. Un escenario que han pisado muchos isleños, cerrando por ahora la lista y este selecto grupo Eduard Florit y David Herrera, capitán de puerto y miembro del equipo de buzos de la entidad social y deportiva de la capital mallorquina.
El gallardete del Real Club Náutico de Palma ha ondeado de esta manera en la cumbre del Kilimanjaro, a cerca de seis mil metros sobre el nivel del mar, hábitat natural de los dos protagonistas de esta expedición. «Hemos traído el salitre y la brisa marina del Real Club Náutico de Palma al techo del continente africano, a 5.895 metros de altura sobre nuestro preciado mar. Sacrificio y esfuerzo, valores de nuestro club», trasladaron en un mensaje desde las alturas.