El Rey emérito ha abandonado agarrado del brazo de su hijo Felipe VI la capilla en el Castillo de Windsor donde se ha oficiado una misa en recuerdo del rey Constantino de Grecia, fallecido hace algo más de un año en Atenas.
El memorial, organizado por el príncipe Pablo de Grecia como jefe de la casa real helena con apoyo del Palacio de Buckingham, ha vuelto a reunir a padre e hijo, que se vieron por última vez en diciembre en Madrid con motivo del 60 cumpleaños de la infanta Elena.
También han acudido a la ceremonia tanto la Reina Letizia como Doña Sofía, así como ambas hermanas del Rey, y la reina Ana María de Grecia, viuda de Constantino, que ha llegado acompañada por la reina Camila de Inglaterra.
En las imágenes captadas por los medios de comunicación se ve como Don Juan Carlos se agarra al brazo de su hijo, que ya se encontraba en el exterior del edificio, y Don Felipe le ayuda a acercarse a un vehículo. Muy cerca se encuentran también Doña Letizia y Doña Sofía.
Los Reyes eméritos, junto con Irene de Grecia, hermana de Doña Sofía y de Constantino, han subido a uno de los vehículos apostados en la puerta, que les ha llevado hasta el Castillo de Windsor, situado a unos cientos de metros.
Don Felipe y Doña Letizia, al igual que buena parte del resto de invitados, han recorrido a pie esta distancia para asistir la recepción prevista, antes de abandonar más tarde en un coche el recinto. El emérito ha hecho lo propio en otro vehículo separado.
Ni Carlos III, convaleciente tras haber sido diagnosticado con cáncer y que mantiene suspendida su agenda, ni el Príncipe de Gales han acudido al acto. En el caso del príncipe Guillermo, estaba prevista su presencia pero ha habido un cambio de última hora por un «asunto personal».