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Cort también sabe hacer reformas

El Ajuntament ya ha mejorado zonas de Palma, pero todavía tiene trabajo

Casi de la noche a la mañana, nos encontramos con que un pequeño vergel ha crecido en torno a la escultura de Aligi Sassu, en la calle Manacor. | R.L.

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Hace unos días nos preguntábamos por qué quien manda y vela por la ciudad y sus ciudadanos o no hace las cosas o, si las hace, las deja a medio hacer. O dicho de otro modo: se arreglan calles a medias, se denuncian vías peatonales y aceras invadidas por patinetes y bicicletas, espacios con okupas o árboles que con sus raíces revientan las aceras… Se denuncian cosas que afean la ciudad y crean inconvenientes a quiénes la habitan, más que nada para que 'a quién corresponda' tome medidas y resuelva esos problemas... ¡Y ni caso! Sin embargo, vemos también que quién manda –nos seguimos refiriendo al Ajuntament de Palma–, toma medidas o hace cosas de las que los ciudadanos salimos ganando. Por eso nos preguntamos: ¿cómo hacen tan bien esto y tan mal esto otro? Y encima que le decimos que está mal, entre otras cosas porque así nos lo hacen ver los ciudadanos –el estar todo el día en la calle tiene la ventaja de que hablas con la gente y ésta te cuenta–, van algunos políticos y se molestan… Pues nosotros vamos a seguir callejeando y hablando con la gente de a pie. Y vamos a seguir denunciando lo que no está bien, y explicando lo que está bien.

Jardín sobre la acera

Por ejemplo han sorprendido gratamente dos obras que se están haciendo en Palma.

Una, la remodelación de los jardines que hay en torno al caballo de Aligi Sassu, a principios del Carrer de Manacor, y a escasos metros de las Avenidas. Se trata de una obra espectacular en todos los aspectos, con la que la ciudad, en esa parte, gana mucho. Una obra, además, que se ha hecho de forma discreta pero a base de trabajo a diario, con unos resultados inmejorables, destacando entre ellos el verdor sobre el asfalto y el ladrillo. Por tanto, ¡enhorabuena! Palma sale ganando con enclaves así.

En esta zona de Palma la vegetación destaca sobre el ladrillo.

Parque mejorado

Por otro lado, hace unos meses –puede que fuera en octubre–, advertidos por unos vecinos del parque Reina Sança de Nàpols,  que está a pocos metros de la Clínica PalmaPlanas, nos dimos una vuelta por ella, donde el vecino que nos guió nos mostró su estado: piso de ladrillos prácticamente desenladrillado, lo que suponía un peligro, ya que lo fácil era tropezar y caer. Suelo del parquecito con juegos para niños que se podía levantar por varios sitios. Cuatro farolas que alumbran la pista polideportiva deterioradas y, por lo tanto, apagadas. Cajetín en la base de una de las farolas por el que se accede a los cables, sin tapa, lo cual es otro peligro, ya que la curiosidad del niño es tan grande como, en este caso, peligrosa. Pared del fondo, a la izquierda del parquecito de juegos infantiles, sucia, con la tubería descolgada y varios agujeros. Rejilla del fondo de la pista polideportiva unida a la tapia rota, por lo cual, a través del espacio que quedaba, entraban y salían gatos, y pelotas en los partidos que se disputan en esta.... ¡Ah!, y  escasez de papeleras. Los vecinos nos comentaron también que este parque ya estaba en esas condiciones en los tiempos del alcalde José Hila, y que habían protestado por ello pero no les hicieron caso.

Así que, visto lo visto, denunciamos el asunto a través de nuestro diario, lo que dio lugar a que Cort interviniera. ¿Cómo? Reformando el parque y el parquecito de tal modo que lo que hay ahora en él nada tiene que ver con lo que había: las farolas dan luz, el suelo del parquecito de los juegos infantiles está sujeto, hay papeleras, han puesto la tapa al cajetín de la base de la farola, han unido la rejilla a la tapia, y en vez de enladrillar de nuevo la zona desenladrillada por el uso, la han cubierto con tierra. Vamos, irreconocible.

En el parque Reina Sança de Nàpols el suelo ahora está sujeto, se ha tapado el cajetín de la luz de la farola y los focos funcionan.

Rectificar lo que está mal

Pero resulta que un día –casualmente había llovido en la víspera– Belén Soto, responsable de Infraestructures de Cort, se dio una vuelta por el parque y dijo que todo estaba muy bien, pero que no le gustaba que en vez de ladrillos hubieran puesto arena, pues con la lluvia esta se había convertido en barro, por lo que hay –dijo– que sustituirla por otro material, algo en lo que están trabajado ahora los técnicos municipales. Es decir, Cort ahí no solo ha reparado el mal estado en el que se encontraba –lo cual es su obligación–, sino que, no satisfecho de cómo ha quedado, manda rectificar lo que está mal. Porque obras sí, pero mejor que estén bien acabadas.

Como no le ha gustado cómo quedan los caminos del parque, cubiertos de arena en vez de ladrillo, Cort ha mandado rectificarlos.

Pues que conste el buen trabajo que ha hecho el Ajuntament en estos dos puntos de la ciudad. Como también que conste que todavía le quedan muchas cosas por arreglar.

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