Una multitud participó este domingo en la Rua de Lloseta, bien como parte de sus animadas y vistosas comparsas o bien llenando ambos lados del Passeig del Cocó para ver y disfrutar el colorido desfile. Dos batucadas iban abriendo el camino a las diversas comparsas, aunque cada una llevaba su propia música y una coreografía de lo más lucida para encandilar al público y al jurado. Un pequeño incidente con una carroza que no pudo desfilar por un conato de incendio en su decoración fue la anécdota de la tarde, aunque la comparsa de temática marinera que la llevaba pudo continuar.
Los disfraces tradicionales no faltaron, como el de Pipis Calzaslargas, pero la mayoría de grupos apostaron por diseños de fantasía muy elaborados, con maquillaje y complementos vistosos. En cuanto a las carrozas, la del circo causó sensación, tanta como el atrevido grupo de majorettes que la seguía... algunas de las cuales lucían pobladas barbas. La asistencia de gente fue masiva, todos las vías de acceso quedaron colapsadas y muchos optaron por ir en tren, ya que SFM dispuso servicios especiales.