La Spanish Beatbox, celebrada en el Centro Cívico Delicias de Zaragoza, contó con la presencia del joven mallorquín Eduardo Sans Mungilo (Palma 2000). Un evento en el que participaron 30 beatboxers de 11 provincias españolas. Las actuaciones fueron evaluadas por un jurado con cinco miembros de renombre internacional: Zekka, KIM, BigBen, Pe4enkata y Robin, que valoraron a los participantes bajo su experiencia y criterio.
El beatbox es el acto de usar la nariz, la garganta, la boca y los labios para crear música. Eduardo utiliza todas sus cuerdas vocales para imitar instrumentos y logra hasta 80 sonidos diferentes. El mallorquín, quedó en cuarta posición del nacional. «Mi objetivo sería ganar el campeonato de España y la posibilidad de ir a un mundial», señala. Algo impensable hace tan solo unos años ya que «fue en plena pandemia, cuando no podíamos salir a la calle y viendo vídeos cuando comencé a practicar. Pero nunca imaginé que fuese elegido para ir al campeonato nacional. Y aquí me tienes». Aunque en realidad su curiosidad por el beatbox se despertó en 2008, cuando tan sólo tenía ocho años. «Vi un vídeo de Joseph ‘el pulpo' y me enganchó. Pero a los dos años lo dejé hasta ahora, cuando he comenzado a practicar y ver más tutoriales».
El beatbox, tal como se conoce, tiene sus raíces en los inicios del hip hop moderno, en las esquinas de las calles de ciudades como Chicago, el Bronx de Nueva York y Los Ángeles. Aunque este tipo de hacer música es relativamente conocido, en Mallorca no se conoce club o grupo que lo practique, por lo que Eduardo cree que podría haber más afición si algunos jóvenes se animasen a practicarlo. Dedica una hora, «más o menos a diario», a realizar ejercicios, fortalecer las cuerdas vocales y cuidar su ‘instrumento'. «Bebo mucha agua ya que realizar este tipo de sonidos desgasta mucho la garganta», admite.
El cuarto puesto conseguido en Zaragoza «me ha dado fuerzas para prepararme de cara al próximo año. Creo que soy el único, no sólo de Mallorca, sino de Balears, que practica el beatbox. Hace unos 15 años estaba el mallorquín Lytos, que era un fenómeno y fue campeón de Europa».
Por otro lado, el beatbox no tiene ningún aliciente económico y mucho menos da para vivir de ello. Por ese motivo Sans estudia un FP superior de animación 3D y videojuegos: «Además busco trabajo, pues esto es tan sólo una afición». Sus amigos aseguran que Eduardo es un crack del beatbox, con una capacidad extraordinaria de producir ritmos de cualquier tipo, compases y sonidos musicales.