La exmujer del príncipe Andrés de Inglaterra, Sarah Ferguson, ha sido diagnosticada de cáncer de piel tan solo unos meses después de haber sido tratada de un cáncer de mama. A sus 64 años de edad, pasa por unos momentos complicados, ya que este fin de semana se ha sabido que le han detectado un melanoma maligno después de que le extirparan varios lunares. «Ha sido un shock, pero estoy de buen humor y agradecida por el apoyo y los mensajes de cariño», ha reconocido.
La duquesa de York siempre ha sido objetivo mediático de los tabloides amarillos, pese a no pertenecer a la familia real británica desde su separación del príncipe Andrés. Precisamente, los primeros veranos tras su divorcio los pasó en Mallorca acompañada de sus hijas, Beatriz y Eugenia, nietas de la fallecida reina Isabel II. Siempre escogía el mes de junio, ya que las temperaturas eran agradables para disfrutar de la Isla.
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En 1998, cuando colaboraba con un canal de televisión, viajó hasta la Isla para hacer una entrevista a Michael Douglas, con quien mantiene una buena relación. En la escapada se instaló en s'Estaca. Eso sí, normalmente durante sus estancias se ha alojado en Son Bunyola, propiedad de su buen amigo el multimillonario británico Richard Branson, quien tras unas impresionantes obras ha creado en aquella possessió uno de los hoteles más lujosos del Mediterráneo, inaugurado el pasado año.
Cuando Sarah y sus hijas viajaron a Mallorca en 2000 y 2001, disfrutaron de unas inolvidables vacaciones en la idílica finca de Banyalbufar. Por las mañanas, incluso se podía ver a Sarah, que salía a realizar ejercicio junto a su entrenador personal, por el Camí de sa Volta des General, un sendero que conecta Banyalbufar y el Port des Canonge. Aunque no han trascendido más viajes de la duquesa de York a Mallorca, quizá se anima a visitar a su amigo Branson para descansar y recuperarse rodeada de viñedos.