La primera tienda sex-shop del país levantó su persiana en 1975 en la calle Gabriel Llabrés, 11, de Palma. «La abrió Juan Manuel Picó Aranzai con Jordi Alemany, -comenta Paco Vázquez, exfutbolista del Atlético Baleares quien en 1977 pasó de ser dependiente a propietario-. Yo trabajaba en la tienda de electrodomésticos de al lado, que era del mismo dueño, y me ofrecieron regentar el sex-shop. Así que lo cogí junto a mi esposa, Mari Carmen Buendía», comenta Paco quién asegura que «en aquellos tiempos el negocio era todo un escándalo». «La gente, aunque curiosa no se atrevía a entrar. Los productos llegaban desde Holanda y era Fraga Iribarne, en tiempos del caudillo Francisco Franco y de la Transición, quien tenía que dar los permisos», recuerda.
Paco y Mari Carmen traspasaron la tienda a Isabel Puigserver en 2017. «Tuvimos varias propuestas pero finalmente fue Isabel, que trabajaba en el supermercado de en frente, quien cogió las riendas del negocio». En los inicios las películas para adultos, en Súper 8, los consoladores, aceites y lencería eran lo más solicitado. Artículos que con el paso del tiempo fueron evolucionando al igual que la clientela y la opinión de la sociedad. «En la década de los 80, además de los vibradores, las muñecas que llegaban de importación desde Alemania eran muy demandadas», comenta Paco.
En la actualidad, Isabel ha triplicado el número de referencias que pueden adquirirse en la tienda, donde el flujo de clientela, hombres y mujeres, no para de entrar. En sus estanterías y vitrinas se aprecia una gran variedad artículos como vibradores, vaginas, arneses o látigos, todos ellos de última generación y gran calidad.
Anécdotas
Aunque la discreción es la norma de la casa, durante estos casi 50 años de historia han pasado por Master's Sex Shop desde actores, cantantes, políticos y deportistas, «hasta algún rey». Un negocio al alza del que Isabel recuerda grandes momentos como el estreno de 50 sombras de Grey: «Hubo avalanchas por adquirir productos, sobre todo de sado, como grilletes, látigos y prendas de cuero».
Las reuniones de tuppersex y la llegada del Satisfyer tampoco dejaron indiferente a nadie. «Las primeras Navidades del Satisfyer se agotó y hubo una larga lista de espera. Hoy en día sigue siendo el vibrador más vendido». El único artículo, que ha bajado vertiginosamente su venta son las películas para adultos, «a causa del internet», comenta la actual propietaria, que siempre aconseja y asesora a sus clientes sobre los productos solicitados, para disfrutar a placer.