Los residentes de Hermanitas de los Pobres, centro para gente mayor, recibieron ayer por la tarde una sorpresa. Miembros de Rotary Club Mallorca y Rotary Club Bellver llevaron a una decena de ellos a dar un paseo por Palma y terminar el día con un chocolate caliente en el centro. «Es la primera vez que participo en esto», decía Josefina Navarro, de 84 años, que vive en la residencia desde hace un año.
Un total de 20 voluntarios –tanto de los clubs rotarios como particulares– participaron en esta solidaria iniciativa que ha sacado una sonrisa a la gente mayor. El resto de residentes no pudieron participar por febrícula o por frío.
Rosa María Aloy, directora técnica de la residencia, explicaba que no es la primera vez que los clubs rotarios organizan actos benéficos con la gente mayor, pero nunca antes habían pensado en llevarles en coche y ofrecerles una chocolatada para acabar el día. Una parte de los usuarios no cuenta con familia para pasar estas Navidad. Un acto así, en palabras de Rosa María, «es necesario y les llena mucho» porque «no solo es pobre quien no tiene dinero; también lo es quien no tiene compañía y vive en soledad».
Petri, voluntaria, llevó en su coche a una residente a la que describió como «agradecida y encantadora. Siempre que Rotary organiza algo altruista, participo». Sobre las cinco de la tarde, los invitados llegaron muy contentos a Aspas Café, en Ramblas, y allí les prepararon una mesa, sirvieron chocolate a la taza y les sirvieron coca de patata. Juana Casado, de 75 años, disfrutó de la merienda: «Estoy muy ilusionada», expresaba mientras sorbía el chocolate.
A este acto acudió Catalina Cirer, consellera de Família i Afers Socials. Lo hizo a título personal. Los rotarios la sorprendieron con una tarta y velas para soplar porque hoy es su cumpleaños.