Una lujosa villa de 475 metros cuadrados cerca de Sa Coma es el escenario de un experimento social que durará varios días y es grabado por una cámara. En la finca Bosco, con higueras, piscina, seis habitaciones dobles y cuatro baños, siete hombres compiten por la atención del soltero alemán Alexander Gutbrod. A partir de las grabaciones se edita y produce el programa de citas Mr. Gay Right. A diferencia de las series de citas convencionales, este formato de citas gay no tiene guión. Esto debería garantizar que el protagonista Gutbrod encuentre realmente al amor de su vida delante de la cámara. Para los días de rodaje de doce horas sólo se proporciona un horario aproximado; todas las demás acciones de los participantes son espontáneas y, por tanto, auténticas.
Gutbrod, que trabaja profesionalmente como modelo y actor y fundó en Alemania su propia agencia de citas hace unos años, ya tiene cierta experiencia en programas de televisión y ha aparecido en Prince Charming y First Dates, entre otras. El hombre, de 42 años, afirma que «muchos programas se preocupan sólo de las valoraciones, el montaje y el guión. Los candidatos son retratados artificialmente y por eso no actúan como personas reales».
Formar una familia
Gutbrod, que ayuda a muchas personas en su agencia de citas a encontrar la felicidad en el amor, quería sacar provecho de su dinero: «Cada día, en el trabajo de mis sueños, reúno a personas que se enamoran entre sí. Ahora quiero hacer mi propia búsqueda». Para el nuevo espectáculo gastó una suma elevada de cinco cifras y organizó todo con su Wingman Agency Gutbrod, aunque no está claro si podrá amortizar la inversión. Pero esto es secundario, explica Gutbrod, que es a la vez protagonista y productor del programa: «Me permito el lujo porque, como hombre gay, quiero encontrar a mi pareja y formar una familia». Luego, el programa se transmitirá por una cadena de televisión en nueve episodios de 85 minutos cada uno.
Actualmente se mantienen conversaciones con ARD, Magenta TV, Netflix y RTL, entre otros. Mr. Gay Right quiere acabar con los estereotipos comunes contra los homosexuales e informar auténticamente sobre las experiencias traumáticas de los participantes cuando salieron del armario. Por ejemplo, el candidato más joven, Elias Zehntmayr (22), de Austria, sufrió durante años acoso debido a su orientación sexual, como él mismo dice: «Crecí en el campo, lo que hacía muy difícil admitir mi homosexualidad».
Gutbrod, que nació en una familia de testigos de Jehová, también experimentó discriminación y exclusión. «Después de que salí del armario a los 28 años, de repente nadie en la comunidad me habló, hasta hoy», explica. «Es muy difícil para un hombre gay establecer una relación estable. El 95 por ciento de los hombres homosexuales quieren permanecer solteros, no son fieles o simplemente buscan sexo», afirma. Encontró a los siete candidatos para el programa después de una laboriosa búsqueda que duró un mes. Visitó a cada uno de ellos en su lugar de trabajo y también los reunió en una cita. A esto siguieron semanas de intensas charlas y llamadas telefónicas hasta que quedó claro que cada uno de los chicos también cumplía con sus requisitos. «Ahora hay aquí siete chicos monógamos, todos ellos hombres de ensueño muy atractivos, y el ambiente es perfecto para cada uno de ellos», dice Gutbrod.
Su candidato preferido no tiene por qué tener abdominales marcados, aunque Gutbrod no es reacio a los tipos bien entrenados y mediterráneos. Pero para él lo más importante es otra exigencia, además de la apariencia: cada uno de los hombres de entre 22 y 44 años debe mostrarse abierto a formar una familia arcoíris con el hombre de su corazón. El último día de rodaje, el protagonista visita con el finalista del programa una clínica de fertilidad en Chipre, que ofrece la opción de gestación subrogada. Para el nuevo programa de citas gay, al creador se le ocurrieron muchas cosas. Cada uno de los participantes, que llegaron uno tras otro en diferentes aviones a la Isla, fue recibido por Gutbrod en el aeropuerto con una alfombra de flores y simbólicamente recibió un anillo en el dedo. Pero los candidatos que sean eliminados durante el concurso tendrán que devolver su joya.