Hará casi 40 años –38 más o menos, pues acababa de recibir el Oscar por Wall Street– que Michael Douglas viene a disfrutar el verano mallorquín desde su casa –durante muchos años su casa compartida con Diandra, su ex, y desde hace tres, tras haberle comprado su parte, de su propiedad–, s'Estaca.
Durante este tiempo, Michael se ha mallorquinizado bastante –en casa no faltan los pa amb oli ni el trempó–, tiene someres que comen las malas hierbas, a las que llama herbicides, tiene viñedos, elabora vino, le gusta descubrir calas, contemplar la costa desde el mar –-hace tres veranos, con ese propósito, navegó alrededor de la isla con su mujer y sus dos hijos–, le gusta visitar la casa de fray Junípero Serra, recomendar Mallorca a sus amigos, como le contó William Baldwin a Nacho Jiménez, responsable de nuestra sección de Cultura, en una entrevista que le hizo en Sóller, cuando estuvo rodando una película; incluso invitarlos a que pasen días en s'Estaca (entre otros, los actores Jack Nicholson y Dani de Vito, el entrenador de la NBA Pat Riley, con su esposa, Chris), promocionar la Isla con fotos a través de Instagram, refugiarse en ella en momentos duros, tales como los que vivió después del fallecimiento de su padre, Kirk, al que, en 1994, con su esposa, Anne, había invitado a pasar unas vacaciones en su mansión mallorquina y, por contar alguna cosas más que ha hecho por la isla, recordar que luchó hasta ver a uno de los lugares por él más queridos, la Serra de Tramuntana, convertido en Patrimonio de la Humanidad, lo cual no se logra así como así y con el aval de cualquiera.
Ya es hora, ¿no?
Por todo ello, pensamos que ya va siendo hora de que el Govern de les Illes Balears y el Consell de Mallorca –y más vistiendo los dos la misma camiseta– tengan un detalle con él. Aunque solo sea, simplemente, decirle gracias, lo cual, hasta la fecha, no ha ocurrido. Sí, ni peperos, ni socialistas, ni pesemeros, ni podemistas… Nadie ha tenido la ocurrencia de llamarle y darle las gracias.
Por ello, al actual Govern, y más cuando últimamente la Isla no está teniendo muy buena publicidad en el mundo, sobre todo por lo de la violación de la manada alemana a una joven, o por la imagen del turista holandés defecando en la cara de un compatriota, borracho como una cuba, tumbado sobre el murete de la Platja de Palma –noticias que han sido vistas en cualquier lugar del planeta a través de medios de comunicación, en algunos de ellos como noticia de portada o abriendo telediarios, y redes sociales–, no estaría de más disimular estas desvergüenzas con una noticia agradable que, además, también daría la vuelta al mundo, como sería el reconocimiento al actor norteamericano, y durante dos meses al año –desde hace casi 40– vecino nuestro, por parte de quienes representan a la Isla y a la Comunitat.
¿Que por qué proponemos esto? Por dos razones. Una, porque si eres agradecido, es justo y necesario hacerlo. ¡Pero ya! Y dos, porque como a nadie de los que mandan se les ha ocurrido hacerlo en tantos años… Pues ahí les dejamos la idea.
Hay que mirarlo
Otro ‘ciudadano de los de a pie de calle' nos advierte vía WhatsApp de que una rama del ficus gigante que hay en los jardines de La Misericòrdia, que sobresale por encima de la verja que lo separa de la cuesta, puede romperse en cualquier momento.
Nos acercamos hasta el lugar y... Una vez allí, observamos que la frondosa rama, que se sale por encima de la verja, dentro de nada estará más cerca de la acera que de donde se encuentra ahora, lo cual, si es así, será un problema para quienes caminen por el lugar. ¿Que se puede romper también...? Pues según la Ley de Murphy, sí, dado que todo lo que está mal puede ir a peor. Por ello, y por si acaso, lo suyo sería que el experto en ficus del Consell le eche un vistazo y decida. ¡Ah! y si va a verlo, que se lleve un equipo de limpieza para que quite toda la hojarasca parduzca que está alfombrando los alrededores de tan espectacular y único árbol. Que ahí hay hoja seca del año que la pidan... Y, ¿saben? causa muy mal efecto.