Hasta en dos ocasiones, Julia Fernández, con 73 años de edad, ha sido víctima de un atraco en la calle. «La primera fue en un puente cerca de casa, donde un chaval joven me tiró del bolso y me robó todo lo que llevaba dentro. Lo de menos era el dinero. La segunda fue mientras colocaba la compra en el maletero del coche y había dejado el bolso en el asiento. Fueron muy rápidos», comenta Julia mientras se prepara, junto a su hija, que la acompaña, para escuchar los consejos del cuatro veces campeón mundial de king boxing, Juanito García.
Durante la clase, el director técnico del profesionalismo en la Federación Balear de Kick boxing enseña técnicas básicas y efectivas para mujeres de avanzada edad, la mayoría abuelas. «Ante todo tenemos que tomar medidas para no poner fácil la sustracción del bolso o cartera, y saber que nuestro oponente tiene más fuerza que nosotros, por lo que tenemos que evitar el contacto físico», asegura García. Pilar Cozar, a sus 70 años de edad, también ha sido víctima de un robo en plena calle de Palma. «Noté cómo me tiraban del bolso. Mi reacción fue agarrar fuerte el bolso y gritar, lo que evitó que me lo robase. Al final no se lo llevó. Creo que tener nociones de algunas técnicas, o gritar, pueden servir en caso de agresión o robo».
Precisamente gritar ‘socorro' es uno de los consejos de García, quien recomienda «no estar pendiente del teléfono mientras caminamos o estamos en la parada del autobús, y si vemos a alguien sospechoso en nuestra acera, evitar cruzarnos con esa persona y cambiar de acera».
Evitar el contacto
Aunque la veteranía es un grado, en esta ocasión la fuerza, sobre todo en una mujer, es menor y para ello, Juan García aconseja que «si nos enzarzamos en una pelea vamos a salir perdiendo, e incluso podemos tener alguna lesión mayor por caída o golpe, por lo que hay que evitar el mínimo contacto y mejor salir corriendo. Como mucho, si el enfrentamiento es inevitable, una buena patada en las espinillas o en los testículos son técnicas de gran efectividad, al igual que dar un fuerte pisotón para que se aleje o, si nos agarra, apretar sus ojos con nuestros dedos».
Cada vez son más las mujeres que se apuntan a clases de defensa personal o artes marciales, para evitar robos o defenderse de la violencia de género. Marisa Gornals, a quien le encanta el baile y practica sevillanas y flamenco, también acude a clases de boxeo. «Hace 15 años comencé a hacer deporte para mantenerme en forma, pero también me gusta tener nociones básicas en caso de un atraco o agresión, a la vez que hago ejercicio, aunque nunca se sabe cómo respondería».
Uno de los movimientos que enseña Juan García a sus alumnas es para atacar las partes débiles de nuestro oponente: un sencillo golpe en la nariz o un buen codazo en la mandíbula o en la boca del estómago pueden ser técnicas muy útiles.
Karen Klein también acude para aprender las recomendaciones de Juanito García. Klein, además de asistir a esta clase de defensa personal, practica pádel, pilates, estiramientos y baile. «Mi objetivo no es enfrentarme con nadie, todo lo contrario, sino aprender a escapar. Juanito enseña estrategias fáciles para aplicar y en las que no se necesita mucha fuerza».
Otra recomendación que Juanito García da a sus alumnas es que practiquen todo tipo de ejercicio que puedan, desde baile hasta estiramientos o trabajos con máquinas. «Lo cierto es que me encuentro con abuelas en mejor forma física que sus nietos». Consejos que ninguna de ellas espera tener que poner en práctica, pero que nunca esta de más saber. Así que, ¡cuidado con la abuela!