El edulcorante eritritol, que se había puesto de moda en la alimentación de muchas personas y que se usaba de manera masiva en muchos alimentos y bebidas se ha puesto en tela de juicio después de que investigadores del Nature Medicine que el consumo de este sustitutivo natural del azúcar aumenta el poder de coagulación de la sangre. Por ende, este hecho, aumente considerablemente la posibilidad de sufrir ictus e infartos.
El eritritol es bajo el calorías, concretamente tiene un 95 % de las calorías que si tiene el azúcar y tiene un sabor muy parecido. Estas características han causado que la industria alimentaria use el eritritol cada vez. Según los investigadores prevén que va a aumentarse la cuota de mercado y se duplique durante los próximos cinco años.
En el primer análisis de 1.157 pacientes que se habías hecho revisiones cardiológicas, el número de ictus, infartos y muertes cardiovasculares en los tres años posteriores fue mayor para aquellos que ingerían más eritritol. Esto contrasta con totalmente las informaciones que se manejaban anteriormente en las que se argumentaba que no aumentaba el nivel de azúcar en la sangre ni aportaba calorías, se consideraba adecuada para personas obesas o diabéticas.
Según los resultados del estudio, hubo un 25 % de accidentes cardiovasculares en pacientes que consumían elevadas dosis de eritritol. El otro 25 % tenía unos resultados más benévolos. El riesgo aumentó de manera independiente a otros factores cardiovasculares. Esto es un indicio de que los pacientes no consumían mayores cantidades porque tuvieran más riesgo sino que el riesgo aumentaba porque consumían eritritol.
Ante esta situación, hay que aclarar que el cuerpo humano genera ertritol de manera natural, aunque lo hace en menor cantidad que la que se inyecta a alimentos edulcorados como la bollería o a las bebidas. De otro modo, también hay alimentos fermentados como los quesos y la cerveza que contienen cantidades de eritritol y frutas como las uvas, los melocotones y las sandías.
Sin embargo, desde el estudio piden que se realicen más estudios para poder evaluar la aprobación del eritritol en los alimentos y para consumo habitual ya que las enfermedades cardiovasculares cambian con el tiempo. «La enfermedad cardiovascular progresa a lo largo del tiempo. Tenemos que asegurarnos que los alimentos que comemos no contribuyen a ella de manera oculta», afirma el director de la investigación, Stanley Hazen.
Esta nueva información abre un debate interesante a nivel médico y en el cual se pone en duda la capacidad cardiovascular uno de los edulcorante de moda a nivel alimentario y que provocará que se someta a más juicios para poder darle el visto bueno total a su uso.