A poco más de un mes de celebrarse el desfile del Mallorca Design Day, ya se conocen las colecciones premiadas de las diferentes categorías del concurso, que posiciona a la isla como referente del diseño emergente nacional y balear. La diseñadora catalana Laia Muntal se ha alzado con el premio nacional y la mallorquina Paula Escario (Palma, 2003) se ha hecho con el accésit balear, con su Coraza nº9. Sus modelos desfilarán en la pasarela que se celebrará el 24 de marzo en la Fabrica Ramis, en Inca.
Las 51 propuestas, procedentes de nueve comunidades autónomas, se han centrado este año en la creación de moda actual, funcional y atemporal, aplicando la economía local y circular. Una filosofía que comparte Paula Escario. Alumna de tercero de Diseño de Moda en la escuela EDIB de Palma, vivirá próximamente uno de sus mayores sueños: ver desfilar sus confecciones más personales ante el gran público. Se trata de prendas con trasfondo, a medio camino entre inspiraciones japonesas y prendas tradicionales, haciendo una revisión histórica en las vestimentas del pasado para confeccionar las prendas del futuro, recicladas y pensando en el medio ambiente.
Combina sábanas, visillos y cortinas antiguas, teñidas con tintes naturales, con materiales que no tienen nada que ver con el textil, como la rejilla y el metal, con el fin de lograr una fusión entre moda y arte. «He tenido mucha inseguridad en que la colección se perciba como algo muy utópico, raro y poco ponible», al fin y al cabo, reconoce, son ideas fantasiosas, con las que se expresa e intenta elaborar no tanto prendas prácticas, sino moda artística y visual.
Si la logística de Coraza nº9 impresiona, su concepto llega al corazón. Las armaduras, los corsés, las camisas de fuerza...todas las vestimentas que han oprimido al ser humano desde hace siglos simbolizan la opresión, la fuerza de una coraza exterior, que contrasta con su fusión con el blanco de los visillos y los encajes, con la sensibilidad más interna de la persona. El noveno diseño será el primero en desfilar sobre la pasarela el próximo 24 de marzo, tras lo que se irán sucediendo el resto de la decena de modelos, liberándose de las corazas.
A través de ese camino, de aparente resistencia exterior y simultánea debilidad por dentro, Escario escenifica la época post-covid, temática del concurso, de la que ella misma fue víctima: «Estaba encerrada en mí misma». Con ello, llama a cuidarse no solo por fuera, sino prestar también mucha atención al alma, al yo más humano que, aunque pueda parecer a algunos tela para tirar, del mismo modo que las viejas sábanas y cortinas, puede volver a lucir y desfilar con todo glamour en la pasarela.