El humor es el mejor lubricante. Lo descubrirán en Miss Tupper Sex, un monólogo conducido por Pilar Ordóñez inspirado en el libro del mismo título nacido de su puño y letra. Se trata de un auténtico manual de sexo para mujeres liberadas que detalla todo tipo de información sobre juguetes eróticos y secretos que inducen al sano conocimiento del cuerpo. Resuelta, hilarante y desinhibida, su visión del fenómeno sexual libera tabúes y descubre las lagunas de algunos hombres en el arte del placer. El Auditòrium de Palma acoge este viernes (21.00) y sábado (19.00) la gran piñata para adultos que es su show.
¿Hablar de sexo sin tapujos explica el éxito de su montaje?
– Creo que se debe a que es una especie de work in progress. Cuando lo estrené en Nueva York tenía un texto bastante diferente, de hecho quien lo vio en aquella época dice que ahora parece otro espectáculo. Lo renuevo al compás de los cambios que experimenta la sociedad.
Hubo un tiempo en el que estos temas los trataba la Dra. Ochoa con rostro compungido y ceremonioso, usted lo hace más llevadero…
– (Risas) Lo mío es completamente diferente, no voy de sabelotodo como la Ochoa.
Afirma que el satisfyer es un hito en la historia…
– Prefiero llamarlo succionador de clítoris, es mi última incorporación al monólogo. Es un hito porque antes de aparecer era como que las mujeres no nos masturbábamos, y entonces sale esto y toda la sociedad toma conciencia de que también lo hacemos.
Leonard Cohen dijo que todas las relaciones están condenadas al fracaso, ¿comparte su pesimismo?
– Me he casado dos veces, ahora llevo seis años de soltera y es otro mundo. He llegado a la conclusión de que somos seres individuales que se relacionan de vez en cuando. Lo de vivir en pareja nos lo ha enseñado la religión, es como nos han educado para tenernos controlados.
¿El público de 40 años en adelante que aprendió sexo sobre la marcha y a trompicones es el que más conecta con su obra?
– Nadie ha recibido una educación sexual sana, todos aprendemos por la vía prueba-error.
Ha paseado su obra por España y América, ¿cada público es distinto o hay gags universales?
– Todos somos iguales, no sé si es una tristeza o una alegría. Le garantizo que todos callan y ríen en las mismas partes del monólogo.
¿Esta obra ha cambiado su percepción del fenómeno sexual?
– Esta obra ha sido mi propio aprendizaje, cuento lo que aprendí sobre sexo, antes era una ignorante en la materia.
¿La sexualidad es la asignatura pendiente en los planes de estudio?
– El día que enseñen sexo en las escuelas como toca seremos una sociedad libre.
Ha trabajado en teatro, televisión y cine, ¿con qué medio se queda?
– El cine, de hecho acabo de dirigir una película titulada Piezas que se estrenará este año.
¿En el sexo hay equidad de géneros?
– No, es ahora con el conocimiento que las mujeres empiezan a pedir lo que quieren.
¿Acierta Woody Allen cuando afirma que el sexo solo es sucio si se hace bien?
– Con Woody Allen estoy enfadada, me encantan sus pelis pero tiene la mente sucia...
En cuestión de sexo, ¿aún existen tabús en nuestra sociedad?
– Sí, en todas. Yo me he propuesto no cortarme al abordarlo, si tengo que decir ‘polla' lo digo y punto. Estamos encorsetados, la espontaneidad es lo único que nos va a salvar.