Como no podía ser de otra manera, después de visitar los hogares mallorquines durante toda la noche, los Reyes Magos de Oriente se han acordado de todos los niños que han pasado estos días ingresados en los hospitales de la Isla y se han acercado a los centros para entregarles los regalos en persona. Acompañados por los pajes reales, primero han ido al Hospital Universitari de Son Llàtzer, donde sus Majestades han entrado a una docena de habitaciones de niños de todas las edades y, posteriormente, han realizado una parada más en el Hospital Universitari de Son Espases, donde han visitado otras tres estancias.
Las reacciones de los niños han sido muy diferentes entre si: los más pequeños, que no acababan de comprender nada de lo que sucedía ni porqué un hombre barbudo les saludaba con entusiasmo, recogían rápidamente los presentes y se despedían con la mano, invitándoles con mucha educación a abandonar sus aposentos; alguno estaba tan cómodo en el regazo de su madre que no hacía el más mínimo esfuerzo para abrir los ojos y recibir a los Reyes, quienes aceptaban con una sonrisa su momento de descanso.
Sin duda han sido los mayores, que comprenden el esfuerzo que hacen sus Majestades para llegar puntuales a todas partes, los más ilusionados con la visita, que han agradecido con sonrisas y abrazos que valen su peso en oro. Aunque no es plato de buen gusto para nadie pasar las fiestas navideñas en una habitación de hospital, seguro que los nuevos juguetes hacen más divertida y amena su estancia.