Una Nochevieja como las de antes. Así será la última noche de este 2022. Los mallorquines, sobre todo los más jóvenes, han encarado por fin unas Navidades sin las temidas restricciones y con muchas ganas de fiesta, como quedó demostrado en Nochebuena, con lleno total en la mayor parte de los locales de ocio nocturno de la Isla. La última noche del año en la capital palmesana contará con hasta cuatro macrofiestas con las que se pretenden hacer olvidar los dos últimos años, cuando la pandemia del coronavirus sacó su peor cara y los locales estaban cerrados o se vieron obligados a cancelar fiestas ante los datos de contagios y la imposibilidad de gestionar que los asistentes cumplieran la normativa vigente.
Recordemos que el año pasado por estas fechas, los bares y discotecas podían abrir, pero no se podía bailar, había que presentar el pasaporte COVID en regla y utilizar mascarilla. Desde luego, no animaba a salir de marcha a nadie. Si la previsiones se cumplen, esta Nochevieja podrían batirse récords de asistencia. Como apunta Jaime Lladó, director de la discoteca BCM Mallorca, «a día 30 se han vendido el 90 por ciento de las entradas, la zona VIP está completa y, seguramente, el 31 se habrá completado el aforo. La gente tiene ganas de pasarlo bien. Lo estamos notando durante estas fiestas, y la Nochevieja no va a ser menos».
Pero con cuatro macrofiestas programadas en Palma, las ya mencionadas de BCM y Tito's, pero también en Son Amar y Molí d'es Comte, y otras dos medianas, en Backstage y Lunita, toca llamar la atención de los amantes de la Nochevieja. Por ejemplo, BCM contará con la conocida disc jockey Maggie, una de las DJ más solicitadas de Madrid, con tan solo 20 años ya estaba posicionada en las mejores discotecas de la capital, y destaca especialmente por sus mezclas y sorprende con todo tipo de géneros, con los que sabe cómo mover al público y manejar la pista.
Además, también pinchará esta noche Wally López, acompañado por los djs residentes de BCM. El objetivo es ofrecer una sesión old school dedicada al público más maduro, que también sale durante la última noche del año. El sector percibe estas fiestas como un importante empujón económico y esperan que ayude a sobrellevar una época de difícil coyuntura económica, entre la inflación y el duro impacto que supuso la pandemia.