«En esta Navidad, el mejor regalo es la familia»

Judit Vega Avelaira es gallega, de Ourense. Está divorciada, y tiene un hijo que es traductor-intérprete de árabe, además de hablar inglés, alemán y portugués. Al conocer el currículo académico y profesional de Judit Vega... «Usted debe de saber mucho, ¿no?», le preguntamos. «Pues mire, cuanto más aprendes más te das cuenta de lo poco que sabes», responde. A Judit Vega la hemos invitado a que suba a la sexta planta de El Corte Inglés, de Avenidas, para que monte su mesa de Navidad y para que, de paso, nos hable de las fiestas que se avecinan y de 2023.

«De haberme quedado en Palma, igual que hice el año pasado, hubiera ido a misa de Nochebuena y hubiera escuchado el canto de la Sibil·la… Y en cuanto a mis deseos para el próximo año, pues que cada uno se meta en sus vidas y no en la de los demás. Y por supuesto, encontrar un equilibrio en la economía y en la justicia social. También, a 2023 le pido tranquilidad y, sobre todo, mucho sentido común, y también espiritualidad». Judit Vega, que vive muy a gusto en Mallorca, confiesa sentirse gallega hasta la médula, «pero sin necesidad de separarme de nadie, pues en este país cabemos todos».

Nochebuena y Navidad

Pasará las Navidades en Ourense con sus padres y hermanos. «Éramos seis hermanos, de los que quedamos cinco. Uno, haciendo escalada con su esposa e hija en los Picos de Europa, se precipitó y murió. Por eso puede que tenga tantas ganas de reunirme con la familia, y también porque viviendo lejos de ella la echas mucho a faltar». Para ella, las dos fiestas más importante son la Nochebuena y la Navidad, «importantes por lo familiares que son, en cambio, Nochevieja es más para pasarla con los amigos». La Nochebuena la van a celebrar con una cena, con vajilla La Cartuja y mantel de lino bordado por su madre. «Y nos vestiremos de guapo. Y al día siguiente, nos iremos a dar una vuelta por la catedral».

Y en cuanto a la cena, no puede faltar el marisco, «aunque en un año de crisis como el que estamos pasando, lo mejor de la cena es poder reunirnos toda la familia. Sí, eso es lo importante. Más que la comida, la gente. Y si es una cena a la que asisten los sobrinos, como sucederá este año... Pues tras los postres seguro que llega Papá Noel con los regalos. Aunque para mí, como digo, el mejor regalo es el de poder estar con la gente que quieres… Y si es posible, estar todos juntos». Seguramente, a lo largo de la velada de Nochebuena, Judit les cantará a sus padres y hermanos, pues puede hacerlo, ya que es soprano.