Las autoridades sanitarias francesas han pedido a los médicos que receten la amoxicilina por número de comprimidos, y no por cajas, a fin de combatir la escasez en el mercado de este antibiótico. «Continúan las dificultades de aprovisionamiento de amoxicilina, sola o asociada al ácido clavulánico», señala una comunicación a los médicos y los farmacéuticos de la Dirección General de Sanidad (DGS) del pasado lunes, pero que no ha trascendido públicamente hasta hoy.
Por ello, el mensaje recomienda que los médicos receten ese antibiótico por comprimidos, ya que el número de unidades por tratamiento no suele coincidir con el que hay en las cajas en las que se venden. A los farmacéuticos les corresponde sacar los comprimidos necesarios de la caja y guardar los restantes para la siguiente receta.
La DGS recuerda que el objetivo de esta medida es «asegurar la situación lo mejor posible y garantizar la cobertura de las necesidades de los pacientes». También insiste a los médicos en que prescriban este antibiótico solo cuando sea necesario «y de forma apropiada», ya que recuerda que muchas de las infecciones invernales son de origen viral y, por tanto, no pueden ser tratadas con este tipo de medicamentos.
La escasez de la amoxicilina en los últimos meses se ha convertido en una preocupación global, con problemas de abastecimiento en EE. UU. y en varios países latinoamericanos, pero también de otros continentes. En España, esa escasez se centra en las suspensiones orales (jarabes) de amoxicilina para uso pediátrico debido a que el aumento de infecciones respiratorias invernales ha coincidido con problemas de producción de dos laboratorios.