La magia de la Navidad ha llegado a la residencia Bonanova. El centro asistencial ha decidido preparar este año un concurso de decoración navideña en el que trabajadores y residentes se han volcado desde hace más de un mes. Los módulos han utilizado materiales, la gran mayoría reciclados, como cartulinas, purpurina, telas, pinturas o cartones para montar belenes, árboles, reyes magos dibujados, un Papá Noel o neules, entre otras muchas cosas.
Ahora que ya está todo montado, los pasillos rezuman espíritu navideño con adornos muy originales y creativos en los que, en algunos casos, también aparecen fotografías de quienes han participado en el proyecto. Aparte de los decorados artesanales, hay plantas que ponen como terapia villancicos a los ancianos para que sientan que la Navidad ya está aquí. «De esta forma les estimulamos para que recuerden canciones de su pasado. Ellos están muy integrados y encantados con este tipo de actividades», ha indicado Luis Ochoa, enfermero del centro.
Los empleados y residentes se muestran satisfechos y felices por cómo han quedado los adornos. Tanto es así que «muchos abuelos se han hecho fotos con los decorados. El que más ha gustado y más éxito ha tenido es el photocall de El Grinch», ha explicado Lizbeth Macas, una auxiliar de enfermería. También ha querido señalar que los trabajadores de cada módulo son los que han elegido qué material utilizar y qué decorado poner en cada zona ya que «ha sido un trabajo en equipo».
Como no toda la magia navideña es obra de los duendes, quien aporta su granito de arena es Anita Flexas. Aunque durante 15 años se ha encargado de la cafetería de la residencia, ahora lleva 16 años viviendo en la Bonanova y cada Navidad organiza un mercadillo. Un momento muy especial en el que se muestra todo lo que los residentes han hecho para esta ocasión: cerámica, mandalas, pinturas o bordados. Todos estos artículos artesanales están a disposición de quien quiera y el beneficio de su venta se invierte en regalos para los residentes. Isabel Retamar es otra de las usuarias que ha participado en la elaboración navideña. «Cada lunes y viernes he acudido a la sala de actividades para pintar piñas o poner purpurina. Estoy encantada de estar aquí y de hacer estas manualidades», ha dicho emocionada.
En cuanto al tan esperado concurso navideño, el martes los cuatro miembros del jurado, formado por los educadores sociales Joan Pascual y Catalina María Trebat, la pedagoga Eva Bohigas y la trabajadora social Elisa Cifuentes, han recorrido los decorados de los pasillos de la residencia para confirmar que el módulo más votado merece ser el ganador y que no habrá trampas en el momento de la elección final. Aunque las votaciones ya se han cerrado, habrá que esperar hasta el próximo martes 20 de diciembre para saber qué módulo ha ganado. Eso sí, como lo importante es participar todo aquel que haya colaborado recibirá un detalle y los campeones un premio.