Además de los 380 kilómetros de calles engalanadas con luminosas guirnaldas y adornos, Palma cuenta con dos nuevos ornamentos navideños. El primero de ellos, que ya estaba instalado el pasado 19 de noviembre, cuando se celebró la tradicional fiesta de la iluminación navideña, es una estrella de grandes dimensiones: el astro mide doce metros de altura, cambia de color cada cierto tiempo y se puede encontrar en la Porta de Santa Catalina, donde crea un llamativo contraste con la parroquia de la Santa Creu.
El segundo nuevo ornamento ha generado algo más de revuelo. Se trata de una gran esfera luminosa, de unos nueve metros de altura, que también cambia de color y que permite acceder a su interior. En un principio, estaba previsto que se instalase en la plaza Garcia Orell o en la calle Nuredduna pero, desde hace una semana, está instalada en el Passeig Sagrera.
Desde Cort afirman que el cambio responde a sus dimensiones: «Al llegar la esfera y ver el tamaño de su estructura vimos que en la plaza no cabía bien. Pensamos que quedaría mejor y luciría más en un espacio más abierto». Vecinos del barrio que esperaban la instalación de la esfera mostraron su decepción, y es que una vez más, el centro de Palma se lleva la mejor parte.