El Consell de Mallorca estrenará en los próximos días una de las más originales decoraciones navideñas. Una red de 20.000 botellas de plástico adornarán los balcones de la fachada y elevarán un árbol de cuatro metros en el vestíbulo de la sede. Se trata de un ejercicio de revalorización creativa, mediante el que RecoNatura y Cáritas Mallorca pretenden demostrar que este tipo de envases «no son basura sino materiales» y pretenden animar así a las personas a imaginar soluciones igual o más creativas y bonitas a los residuos que hoy por hoy acaban en la basura.
Lo cierto es que el decorado que veremos es solo la punta del iceberg y esconde toda una campaña de sensibilización medioambiental, bajo el lema ‘Mi botella no llega al mar'. En los últimos meses, centenares de alumnos, de los colegios El Temple, Jaume I, Sant Francesc y Sant Pere, han ido aprendiendo sobre reciclaje y revalorización de materiales de la mano de talleres formativos de Cáritas, a la par que, recopilando miles de botellas para realizar el decorado. El montaje ha corrido a cargo de voluntarias de Cáritas, que también han disfrutado de formaciones, y que han sido las encargadas de cortar e hilar las bases de las botellas, en forma de flor, dando forma a patrones y estructuras.
Tras ultimarse los detalles en un taller de Lloseta, este jueves se instalará la decoración en los balcones de la sede de Palau Reial y en los próximos días se estrenará también el árbol en el vestíbulo, con la presencia de autoridades del Consell. ¿El objetivo de todo? Que paso a paso Mallorca se convierta en pionera en residuo cero y circularidad.