La enseñanza y la gastronomía son sus dos pasiones. Margalida Munar (Palma 1956) presenta el próximo domingo, día 27 de noviembre, en el centro s'Escorxador de Sant Joan, y el lunes, día 28, en el Estudi General Lul·lià, de Palma, Senzill, sa i bo, su tercer libro. «Publiqué un libro sobre Joan Mascarell Fornès, que es un mallorquín universal en el que trabajé su perspectiva educativa, pero como mi otra pasión, además de la educación, es la salud y mis hijos crecían y yo quería que se independizaran a nivel alimenticio, fui recogiendo recetas y publiqué Menjar rapid, sa i bo», comenta Margalida.
Su nuevo libro hace hincapié «en aprovechar el tiempo en el que estamos sentados en la mesa. Va más allá de las recetas. El mensaje es colaborar y participar toda la familia entorno a la cocina, los preparativos, incluso la compra y luego disfrutar del plato, sin teléfonos, ni tabletas, ni televisión, en torno a una buena conversación. Por un simple tema de salud».
Recursos y recetas
El libro cuenta con tres partes, una en la que explica recursos, organización durante la semana, etc., y otras dos en las que destacan trescientas recetas (150 de platos para primavera-verano y 150 de otoño-invierno). Desde que lo escribió hasta que se ha editado, ha habido una subida del 50 por ciento en el precio de los productos, por lo que Margalida Munar asegura que «no puedo decir que comer es barato porque es mentira. Es más fácil y barato comprar una comida preparada que hacerlo uno mismo en casa, pero ya es un tema de salud. Comprando productos de temporada y de cercanía te aseguras que, posiblemente, no tengas que invertir en farmacia y médicos».
Uno de sus lemas es «no te empeñes en comer bien, deja de comer mal». Entre las 300 recetas que publica, Margalida recupera y destaca algunos platos que comía de pequeña, que le enseñó su madre, y más le gustaban, «como la escudella fresca, una versión de cocinar legumbres con verduras, y otra de pescado al horno acompañado de una ensalada de espárragos, champiñones, tomates de ramellet, y salteados con lo que tengamos a mano».
Como profesora, Margalida opina que en los colegios «es donde hay que empezar a enseñar a comer bien y crecer sanos. Allí los alumnos incluso pueden trabajar en la producción, siempre que en el centro se pueda permitir y tengan espacio para un huerto». Sobre la proliferación de programas y realities culinarios afirma que «los odio, han hecho mucho daño. Asociar alimentación a eso es un error».