El pasado sábado Rafa Nadal reapareció en un evento tras su reciente paternidad. El tenista asistió al enlace de uno de sus mejores amigos, Tomeu Salvà, en la finca Biniagual ubicada entre Binissalem y Sencelles. Para la ocasión el deportista lució un traje con una elegante pajarita pero lo que más llamó la atención fue su incipiente bigote. En una fotografía compartida en redes sociales en la que posa junto a su tía, María Barceló, se puede apreciar como el mallorquín ha dejado crecer el vello sobre el labio superior.
Este cambio de imagen coincide con el Movember, un movimiento en el que los hombres se dejan bigote durante el mes de noviembre para concienciar sobre temas de salud como el cáncer de próstata, el cáncer de testículo, la depresión masculina y la inactividad física, entre otros. Rostros conocidos como Hugo Silva, Iker Casillas o José Coronado se han sumado a esta iniciativa a lo largo de estos años. Además, en el panorama balear el portero Miguel Ángel Moyá o el alcalde de Llucmajor, Éric Jareño, también se apuntan cada mes de noviembre a este movimiento. Aunque no está claro si Nadal se ha sumado a la iniciativa, en la rueda de prensa de este martes en vez de lucir bigote se le pudo ver con una barba de dos días.
El de Manacor se sinceró sobre su faceta como padre ante los medios: «Dejas a tu hijo en casa y sin poder verlo después de dos o tres semanas, cuando todavía apenas nos conocemos, y ya lo extrañas, es una nueva experiencia, pero todos los cambios son difíciles en la vida». Además, agradeció los avances tecnológicos para poder seguir en contacto con su familia: «Ahora tenemos la suerte de que con la tecnología puedes hacer videollamadas y es algo que ayuda mucho». Respecto a sus expectativas en el torneo parisino, su objetivo ahora es ser competitivo: «Para ser claro, no estoy mirando al número uno, es un objetivo que te interesa, pero ya no lucho por serlo, no lo he hecho en el pasado».