El precio de los alimentos está disparado y ahorrar, en estos tiempos de creciente inflación, parece imposible. Sin embargo, siempre puedes echar mano de algunos trucos y consejos que te ayudarán a reducir el gasto. En este caso, te proponemos probar el conocido como «método de la compra inversa». El truco consiste en anotar en la lista de la compra lo que tenemos, en lugar de lo que necesitamos, ya que en múltiples ocasiones añadimos a la lista productos que nos gustan o que se han gastado, para luego con ellos cocinar a lo largo de la semana. Por contra, este método propone empezar por el final, pensando en los platos que vamos a comer.
Para ello, se ha de establecer primero un plan con las recetas que vamos a hacer a lo largo de la semana y descomponerlas en alimentos, que anotaremos en la lista. Así, compraremos solo lo imprescindible, lo que vamos a utilizar realmente en la cocina, ya que, de lo contrario, hay productos que compramos que no incluimos en los platos y que se acaban malgastando en el frigorífico.
Cabe tener en cuenta que si el propósito que se persigue es el de ahorrar o no desperdiciar comida, es recomendable repetir platos una vez por semana o plantear recetas con el mismo abanico de alimentos, para no comprar cantidades que después, van a acabar finalmente en la despensa o peor, en la basura. Puesto en práctica, significaría comer macarrones el lunes y el miércoles, por ejemplo, o cenar filetes de merluza el martes y el jueves.