Nueve meses quedan para las elecciones. Vamos, que de ahora en adelante va a ser como un embarazo. Por lo que imaginamos que a partir de ya, quien más, quien menos, se va a poner las pilas, ya bien para mantenerse donde están, ya bien para arrebatarles el poder a quienes lo ostentan, por lo que la cosa se va a animar… Porque de lo contrario, camarón que se duerme se lo lleva la corriente.
Colchón solicitado
Mientras tanto, sin novedad… Siguen las pintadas por doquier, se mantienen las aceras destrozadas, cada vez hay más gente viviendo –y durmiendo– en la calle, debido a ello algunas zonas se han convertido en marginales –la Plaça Nova de la Ferretaria, por ejemplo–, donde algunos hasta duermen en ella, sobre colchonetas. O en la plaza del Comtat del Rosselló, entorno al aparcamiento, donde por lo que nos cuentan, hay una que está solicitadísima, en el sentido de que la pilla el primero que llega… Por cierto, ayer no la localizamos en los lugares que la suelen dejar los que la usan. Será –pensamos– porque alguien la habrá escondido para que los otros no la encuentren, ya que por la noche vimos a uno durmiendo sobre ella.
Nuredduna y Parc del Canòdrom
Y, pues que empieza el movimiento de políticos. Sabemos que mientras unos van a protestar in situ por el estado del Parc del Canòdrom –por cierto, el concejal Josep Lluís Bauzà (Coalició per Palma) va a llevar al próximo pleno la propuesta de que lo cierren hasta que lo hayan vallado y limpiado debidamente–, otros van a hablar con dueños de establecimientos de la calle Nuredduna debido a que las obras les están perjudicando, y otros van a regresar a ver por qué tardan tanto en reformar General Ricardo Ortega, y más cuando están viendo los vecinos que casi cada día caen sobre las acera de la parte aún por reformar las ramas de los olmos negros.
Es Pil·larí y Ricardo Ortega
Por cierto, el que ya se está moviendo físicamente es Josep Lluís Bauzá, de Coalició per Palma, artífice de la terminación de la reforma de la citada calle General Ricardo Ortega. Lo decimos porque nos envían fotos en las que le vemos hablando con vecinos del barrio de es Pil·larí, del que contamos la semana pasada que sus aceras dejan mucho que desear, sobre todo por lo intransitables que son, o porque se ven cada vez más coches abandonados en sus calles. También estuvo con los vecinos visitando el parque infantil, que como piso tiene arena en vez de caucho, que es lo que manda el reglamento, dado que la arena puede ocasionar infecciones a los niños que juegan en ella, pues es, generalmente, arena sucia, mezclada con cagarrutas y orines de perros. También escuchó a los vecinos que se quejaban de que el alcalde fue a la barriada en las fiestas, no de visita, para hablar con los vecinos de las necesidades que tiene la barriada y lo que se puede hacer para mejorar sus infraestructuras…
Y ahora, comedores sociales
Por cierto, nos cuentan que Josep Lluís Bauzá está interesado por la situación un tanto precaria que están atravesando los comedores sociales, que puede acrecentarse más a medida que aumente la crisis… Y es que Bauzá considera que los comedores sociales, dada la labor que están haciendo –¿qué pasaría en Palma si cerraran? ¿A dónde iría a comer la gente que ahora come gracias a ellos?–, merecen, cuando menos, ser escuchados por parte de los gobiernos municipales.
Pues eso, que ya hay movimiento electoral.