Durante más de 50 años, en muy pocas ocasiones se ha visto a la reina Isabel II de Inglaterra con algo más que un par de zapatos negros de tacón bajo. Casi siempre usa ejemplares del zapatero Anello & Davide y, según se rumorea, la reina los llama sus «zapatos de trabajo». Como todo el mundo, la monarca corre el riesgo de sufrir roces o ampollas cada vez que calza un par de zapatos nuevos. Pero afortunadamente tiene una manera de asegurarse de que esto casi nunca suceda gracias a un truco que emplea con la ayuda de su modista y confidente Angela Kelly, revela el Mirror.
Durante mucho tiempo se dijo que Isabel II emplea a un asistente para que se ponga sus zapatos y les haga el rodaje. Pero en su libro de 2019, The Other Side of the Coin: The Queen, The Dresser and the Wardrobe, Angela Kelly confirmó los informes y reveló que ella misma es quien lo hace. «La reina tiene muy poco tiempo para sí misma y no tiene tiempo para probar sus propios zapatos, y como compartimos el mismo número, tiene más sentido (hacerlo) de esta manera», escribió Kelly.
La reina ha trabajado con Angela Kelly durante décadas y su cargo oficial es asistente personal, asesora y curadora (joyería, insignias y vestuario). Pero también ha sido descrita como una confidente de confianza, amiga y casi como una hermana de la reina. Por ello, la monarca le dio a Angela Kelly su bendición para publicar su libro, que describe su experiencia como modista real.