Con el calor y el consiguiente sudor, no apetece a muchos maquillarse en pleno verano. Las ganas de ofrecer la mejor cara siguen ahí, por lo que es frecuente recurrir a las extensiones de pestañas. Con ellas, se obtiene un look natural, aunque cuidado, con el que olvidarse de maquillajes y demás potingues. Una mirada de película nada más levantarse de la cama.
Son muchas las famosas que recurren a esta técnica para realzar los ojos: la reina Letizia; Blanca Suárez o incluso la popular internacionalmente Kim Kardashian. La moda ha trascendido desde hace años a las clases populares, proliferando los lugares que ofertan este servicio. Es muy importante escoger un centro de estética con condiciones adecuadas de higiene. Aunque el precio ronda los 100 euros, es posible encontrar lugares con tarifas mucho más reducidas. En este caso, conviene preguntar sobre el material utilizado, pues en ocasiones, con tal de ofertar el servicio a más bajo coste, se aplican productos no homologados que pueden acabar acarreando infecciones en los ojos e irritaciones en la zona ocular, entre otros efectos.
El procedimiento consiste en ir pegando al lado de la raíz de una pestaña pequeños pelos de seda o de bisón, que simulan una nueva. Con ello se obtiene una sensación de pestañas tupidas y mirada más definida. Todo el proceso tiene una duración aproximada de una hora y es totalmente indoloro. Duran puestas entre tres y cuatro semanas, tras lo que -si se quiere repetir- han de reponerse, pegando unas pocas más, con un precio de entre 30 y 70 euros. Si bien el precio puede resultar para algunos caro, el llevar extensiones de pestañas libera a muchas de aplicarse maquillaje, especialmente en pleno verano.