Ha pasado más de un año desde que Pilar Biayna empujó la silla de ruedas, con su hija, Yaiza, sentada en ella por ser una niña con discapacidad, desde el Can Pastilla hasta su casa, en es Pil·larí. Todo porque el bus que debía de llevarlas hasta allí, nunca pasó. Porque eso, que el bus no pasara todos los días en tiempos duros de pandemia, fue algo a lo que se tuvieron que acostumbrar los habitantes de dicha barriada palmesana. «Tras quitar las líneas 31 y 32, que son las que pasan por es Pil·larí –recuerda Pilar–, nos aseguraron que iban a poner el llamado ‘bus de la demanda', que lo pusieron. Para avisar que precisabas de sus servicios, tenías que llamar por teléfono, que no siempre respondía, o te decían, como a mí me dijeron una vez, que no llegaría hasta que el partido entre el Madrid y Barça hubiera finalizado… ¿Se imagina? ¡Hasta que terminara el partido…! Más tarde, el responsable de la EMT, en un programa al que nos invitaron, pidió disculpas por lo del partido. Pero el problema no se solucionó. Es más, como vio que yo le apretaba, se levantó y se fue poniendo la excusa de que le esperaban en otra parte».
De momento, sin solución
A todo este descontrol: que quitan las líneas, que ponen el ‘bus de la demanda', que no siempre llega cuando le llamas, y si llega te deja en el Aquarium, donde has de pillar otro bus que te lleve a Palma, que a veces tarda, «y que una vez en Palma, como es nuestro caso, tenemos que esperar a que pase el que va a Son Espases, que a veces pasa con retraso, lo cual hace que lleguemos tarde a la hora de consulta que tenemos, etc., hay que sumar otro problema: que los buses con rampa para personas con discapacidad, a veces, cuando te ven sentado en la silla, o no abren la puerta de la rampa, o pasan de largo. ¿Por qué? Pues porque la rampa no funciona, todo debido al mal mantenimiento, ¡y eso que los buses son relativamente nuevos! Pues a muchos no les funciona la rampa. ¿Y qué pasa? Pues que si eres discapacitado, como mi hija, te quedas en la parada hasta que pase otro, si es que pasa, y si tiene la rampa en condiciones subes, sino, te quedas esperando».
Para prueba, nos envía un vídeo que hizo la otra tarde, en el que se ve a Yaiza, en la parada, frente a la puerta de la rampa del bus adaptado, esperando a que se abra… «Que no se abre. Y el bus, una vez que ha cargado la gente que esperaba, arranca, quedándose mi hija allí, tirada». Pilar asegura que ha acudido a varios plenos de Cort, a protestar, y que en uno de ellos el alcalde la citó para una reunión, «en la que me prometió que lo del bus para personas discapacitadas se solucionaría. Pero no se ha solucionado, por lo cual, o el alcalde me tomó el pelo, o si se lo dijo a mantenimiento, se lo tomaron a él. No sé qué hará el Ajuntament al respecto, pero nosotros vamos a seguir protestando. Porque no hay derecho a lo que nos hacen. Supongo que si algún concejal tuviera un familiar que precisara el bus adaptado, ninguno del parque tendría problemas con su rampa».
Viaje aprovechado
Toni de la Mata, como sabéis, es escultor, y dentro de sus posibilidades, dinamizador del arte, sobre todo por su apoyo a artistas y eventos artísticos como, por mencionar alguno de los últimos, Arte y Sociedad, creado por Juan Montañez. Como está felizmente jubilado, a nada que tiene oportunidad, viaja, dado que viajar es aprender. Y viaja casi siempre por algún motivo que tiene que ver con el Arte y/o con la Historia –o por ambas cosas–, y de paso con la gastronomía, que tiene que ver con ambas. Y también, como en esta ocasión, con la familia, puesto que ha estado en Ponferrada, la tierra de su padre. «He disfrutado muchísimo, pues me he reencontrado con personas que hacía muchos años que no veía». Un viaje, además, que le ha servido para ser nombrado por sorpresa caballero templario en el patio del castillo del Temple, de dicha localidad, sede de los Templarios, decorado, como toda la ciudad, al más puro estilo medieval, habiendo actuado como padrino Jesús Montejo Montes, «quien me acompañó en todo momento, pues es un persona muy amable. En cuanto a lo de ser nombrado caballero templario –nos aclara– se lo debo a un primo mío, Jorge Calvo, que sabe que me gusta mucho el mundo templario».
Aparte de vivir ese momento tan emocionante, Toni ha probado la gastronomía leonesa, no solo a diario, sino varias veces al día, «pues casa a la que iba, comida que me estaba esperando, ya bien ya condimentada, ya bien por hacer, tarea en la que me han hecho participar, lo cual ha hecho que regrese a Mallorca con cinco kilos de más. ¡Y eso que tan solo he estado cuatro días!». También le llamó la atención los precios de las comidas en restaurantes. «Baratísimos, comparado con lo que te cobran aquí. Por ejemplo, por tres tapas, ¡que no veas cómo son..! Como tres platos normales, más una copa de vino y una cerveza, ¡3,60 euros!, cuando en Palma, por una cerveza he llegado a pagar 3,75 euros. Por eso, si alguna vez me pierdo… Igual me encontráis allí».