Las ventas y los precios de las sardinas han subido en todo el país por el incremento de demanda con motivo de San Juan, que marca el inicio del verano, uno de los momentos claves del año en el consumo de pescado y que este año llega con incertidumbre para la flota y las pescaderías. La salida de la pandemia y la vuelta a las celebraciones, públicas o privadas, ha animado las ventas de sardinas en los últimos días, según fuentes del comercio mayorista y de Fedepesca, federación que agrupa a las pescaderías tradicionales. Los precios han subido en todas las comunidades autónomas y aunque «la demanda es mayor en los lugares con tradición de la costa» el repunte es general, «muy similar en las distintas ciudades», según ha declarado a Efeagro la directora de Fedepesca, María Luisa Álvarez.
En los mercados mayoristas, las cotizaciones de merluzas, sardinas y boquerones han subido durante la última semana, según el último análisis de la red de mercados centrales de abastecimiento Mercasa; en sardinas, destacan las de Mercabarna (+21 % desde el pasado viernes hasta los 4,25 euros/kilo) y Mercabilbao (+66 %, hasta los 5 euros/kilo). El presidente de la Federación Nacional de Cofradías Pesqueras (FNCP), Basilio Otero, ha subrayado a Efeagro que la de San Juan es «una semana especial» en la que los precios pueden «suplir» la situación difícil de ingresos que afronta el pescador por el alza del gasóleo.
La directora de Fedepesca ha detallado que en Galicia se espera una buena campaña porque San Juan es festivo y cae en viernes, pero influirá el pronóstico del tiempo. Sin embargo, en los mercados de abastecimiento de Andalucía se han registrado vaivenes de precios y las sardinas se han despachado a cotizaciones inferiores. «Todos coinciden en que las ventas en general están flojas y que la economía de los españoles no está para poder asumir muchas subidas por lo que confían en que se mantengan los precios», ha subrayado Álvarez.
Momentos como la noche de San Juan suponen un alivio ante un panorama de «preocupación» por los amarres de los pescadores -por el coste del gasóleo-, la situación económica y el «runrún» del nuevo paro de los transportistas, según la directora Fedepesca. Álvarez ha recalcado que las ventas son bajas y que el sector está «muy desesperado». Otros pescados como el atún rojo del Mediterráneo mantienen sus precios, las merluzas se venden a cotizaciones bajas y el bonito se ha encarecido por el retraso de la costera en un verano que «va a ser diferente», según Otero.
La pesca de sardinas está regulada en el Atlántico, donde la flota española puede capturar un cupo de 14.827.770 kilos en 2022 en aguas ibéricas (golfo de Cádiz, Galicia y Cantábrico); en el Mediterráneo no hay límite de cuotas. La pesquería atlántica está abierta desde el 4 de abril hasta el 31 de diciembre de 2022, en diversos tramos, con más kilos por buque y jornada de faena desde el 1 de junio, lo que permite elevar las capturas con motivo de San Juan y en verano. En el Atlántico, emplean la cuota de sardina los buques de artes menores con «xeito»; las flotas del Cantábrico noroeste, es decir las de cerco y aquellas con aparejos como el racú y la piobardeira; y barcos cerqueros del golfo de Cádiz.