Cierta terminología, en lugar de ayudar a comprender situaciones, nos confunde todavía más. Es el caso de las informaciones acerca de la corrupción. Es frecuente que estas utilicen un lenguaje especializado, no al alcance del ciudadano de a pie, que no llega a comprender las tácticas, delitos o actividades de los acusados. En este artículo te explicamos lo que significa una de ellas, que seguro que te suena: los conocidísimos «fondos buitre».
¿Qué son y cómo funcionan?
Un fondo buitre es una práctica financiera que consiste en comprar deuda de países o empresas con problemas económicos, muy cercanos a la quiebra. Así, compran activos financieros (títulos con los que el comprador aporta dinero para recibir en el futuro una mayor cuantía por parte del vendedor). El método más rentable es adquirir estos activos al menor precio posible para después, a medio o largo plazo, cuando la situación mejora, venderlos a un precio mucho mayor. Con ello, se obtienen grandes beneficios. A pesar de que parece una operación sencilla y casi obvia, lo cierto es que requiere de un gran conocimiento sobre el mercado en el que se compra. Esta inversión de dinero conlleva con los posibles beneficios, altísimos riesgos. Por ello, se suelen encargar especialistas financieros. Estos compran compañías o deuda pública de países al borde de la quiebra a precios bajísimos (entre el 10 % y el 20 % de su valor real), aprovechando la situación crítica por la que pasan.
¿Por qué son controvertidos?
Estas prácticas están, por lo general, muy mal vistas por el sector financiero. Cada vez son más las entidades e instituciones que se oponen a estas, entre ellas, el G-20 (los 02 países más poderosos del mundo, que representan el 85 % de la economía mundial) o el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. La razón es simple: se aprovechan de crisis económicas para sacar dinero, de la misma forma que los buitres, aves carroñeras que acechan a animales moribundos para comérselos.
Los fondos buitre y las viviendas
En España esta técnica se popularizó tras la crisis económica de 2008. Se especializaron en comprar deudas hipotecarias a los bancos a precios por debajo del mercado y, posteriormente, presionaban al deudor (empresa o particular) para que les devolviera la totalidad de la deuda. De no conseguirlo, lo denunciaban y, en muchas ocasiones, los casos acababan en desahucios. También suelen comprar viviendas públicas o en barrios cotizados, donde saben que los deudores no pueden hacer frente a las cuantías adeudadas. Con las casas ya en su haber, suelen especular con ellas, vendiéndolas a altos precios o a otros fondos buitre.