El té es la segunda bebida más consumida en el mundo, solo por detrás del agua. Se consume desde hace miles de años y en la actualidad se bebe en casi todos los lugares del mundo. Este sábado, 21 de mayo, se celebra el Día Internacional del Té, como conmemoración de esta bebida. Hay muchos tipos de té, cada uno con sus beneficios propios.
Té verde
Es el té más popular y sobre el que más investigaciones existen. Se elabora con hojas de té no fermentadas de Camellia Sinensi, que se dejan secar y se someten a tratamientos de calor. Además, no tiene teína y aporta una gran cantidad de minerales y vitaminas (A, C y E). Estos son sus beneficios:
- Reduce el estrés
- Ayuda a la memoria
- Es muy antioxidante y ayuda a combatir el envejecimiento
- Estimula el metabolismo y ayuda a adelgazar
- Previene infecciones de oídos, constipados y gripes
- Fortalece el funcionamiento del corazón y de la circulación sanguínea
- Alivia las alergias
- Ayuda a mantener una buena visión
Té rojo
Conocido también como «té de los emperadores», se origina en una zona de China llamada Pu-er, perfecta por su clima suave y estable. Estos son sus beneficios:
- Se utiliza para dietas de adelgazamiento
- Levanta el estado de ánimo
- Previene la retención de líquidos
- Es diurético y ayuda a la digestión
Té negro
Su olor más intenso es debido a la mayor oxidación de sus las hojas de la planta Camellia Sinensi (la misma que se utiliza para hacer el té verde y el té blanco). Debido a la gran cantidad de teína, es una buena idea tomarlo por las mañanas, como sustituto del café. La historia cuenta que sus orígenes se remontan a un barco chino que transportaba té verde a Occidente. El navío sufrió un accidente que demoró el trayecto. Al llegar, las hojas se habían fermentado más, dando lugar a un nuevo tipo de té, de sabor y aroma más intenso y que se conservaba por más tiempo. Esto es lo que aporta el té negro a la salud:
- Potencia la concentración
- Ayuda al aprendizaje
- Mantiene el pelo fuerte y sano
- Mejora la circulación sanguínea y fortalece el corazón
- Estimula el metabolismo
Té blanco
El té blanco está compuesto por hojas y brotes muy poco procesados de la planta Camellia Sinensi. Su origen se remonta a China, alrededor de 1700. Son tantos los beneficios del té blanco que los nipones aseguraban que otorgaba la inmortalidad y la juventud eterna. Aunque, finalmente, no ha sido la cura contra la mortalidad, el té blanco sí es ampliamente beneficioso para el organismo:
- Protege ante enfermedades hepáticas
- Cuida la piel y el cabello
- Aumenta la producción de serotonina y dopamina, neurotransmisores clave para mejorar el estado de ánimo y mantenernos alerta.
- Combate el envejecimiento
Té azul
También conocido como «oolong», es un té a medio camino entre el té verde y el té rojo, debido a su proceso de «semi-fermentación». Estos son los beneficios para la salud del té azul:
- Mejora la digestión
- Acelera el metabolismo y ayuda a adelgazar
- Regula el colesterol
Sin duda, la mejor opción es ir probando los distintos tés y quedarnos con los que más nos gustan.