El reggeaton triunfa. Hay que bajar varios puestos en las listas de los temas más escuchados para encontrar alguno que no sea propio de este estilo musical. Uno de los secretos de este éxito es lo extremadamente pegadizas que son este tipo de melodías, hasta el punto de que se no nos las podemos quitar de la cabeza, pero.. ¿por qué sucede esto? La ciencia nos lo explica.
Varias investigaciones científicas han arrojado cierta luz sobre este fenómeno. Algunos expertos lo conocen como «gusanos de oreja». La metáfora sugiere que la música entra por nuestros oídos como un gusano, y ya en el cerebro, se «anida». Y es que ciertas músicas incluso llegan a cambiar la forma en la que se comunican nuestras neuronas hasta crear una especie de bucle. Así, la canción se perpetúa en nuestra mente, incluso cuando nuestros oídos ya han dejado de escuchar el sonido, por lo que no nos la podemos quitar de la cabeza. Eso sí, aún se desconoce la razón científica de por qué nuestro cerebro crea este bucle con ciertas melodías determinadas.
Una de las circunstancias que pueden explicar que esto se dé en mayor medida cuando escuchamos reggeaton es, precisamente, el ritmo de este tipo de música, llamado «dembow», muy movido y pegadizo. Se caracteriza por intercalar rimas en las letras con golpes marcados de música -conocidos como «beat»-. Además, las letras, simples y con gran cantidad de rimas, ayudan a que, tanto la melodía como la lírica sean fáclies de recordar.
Otra de las explicaciones la proporciona la neurociencia. Estudios neurológicos han revelado que escuchar reggeaton consigue estimular más el cerebro que otros géneros musicales, como la música clásica. Sí. Científicamente, se registra mayor actividad cerebral cuando se escucha a J Balvin que al mismísimo Mozart. Al ponernos reggeaton, se genera actividad en todas las partes del cerebro, sobre todo en los ganglios basales, una zona primitiva del cerebro, responsable del aprendizaje basado en la recompensa. En definitiva, tanto el ritmo como las letras pegadizas provocan una mayor reacción cerebral, haciendo que este tipo de música sea extremadamente fácil de recordar, tanto para nuestros oídos como para nuestra mente.