Cultivar uno mismo sus propias verduras desde su jardín o terraza es el sueño de muchos. Y lo cierto es que cualquier persona puede cultivar plantas en casa. La cuestión es elegir bien qué se quiere sembrar para que se adapte a las circunstancias de cada caso. Una buena idea para iniciarse en esta pequeña aventura de la horticultura es la siembra de patatas. Este alimento es uno de los más fáciles de sembrar es la patata, pues requiere apenas tres cosas: patatas de siembra (patata cultivada especialmente para su reproducción), sustrato universal y una maceta.
Además, la patata es uno de los alimentos básicos de la cocina española y cultivarlo en casa puede resultar, además de muy satisfactorio, rentable: con un kilo de patata de siembra se pueden llegar a cosechar 10 kilos de patatas. El proceso de cosecha es realmente simple, incluso para los jardineros poco experimentados. Requiere solo de cuatro pasos a seguir:
- Corta las patatas y deja que germinen: Se pueden plantar patatas a partir de otras patatas. Para ello, hay que cortar las patatas que queramos sembrar y esparcir los trozos en una bandeja. Allí los tendremos que dejar en un lugar aireado y sin luz directa del sol para que germinen. Este proceso puede tardar entre tres y seis semanas.
- Siembra: una vez germinados los trozos de patata, coloca la maceta en un sitio soleado. Llena un tercio del interior con sustrato universal y coloca encima los trozos de patata, siempre con la parte germinada mirando hacia arriba. Cúbrelos con más sustrato, aunque no demasiado: solo el justo como para tapar los brotes.
- Crecimiento y cuidado: a medida que la planta vaya creciendo, tendrás que ir incorporando más tierra, hasta unos 10 centímetros. También es muy importante mantenerla hidratada. La tierra debe estar siempre húmeda, aunque no encharcada. Puedes añadirle una vez al mes abono para que crezcan más fuertes.
- Cosecha: las patatas comenzarán a poderse cosechar y comer cuando la planta florezca. Eso sí, ten en cuenta que si las dejas poco tiempo, los tubérculos serán más bien blandos (ideales para ensaladas), mientras que si los dejas más tiempo estarán más duros.
La mejor época para plantar patatas es desde principios de febrero hasta finales de marzo. El periodo de cosecha o recolección empieza las primeras semanas de mayo.