Casualmente, encontramos a Martín Garrido, director de cine, actor y escritor, en plena sobremesa en El Bula con Jaime Martínez, presidente del PP de Palma y aspirante a la silla principal de Cort; y Ángel Cortés, dueño del citado restaurante y pastelería anexa. «Es que Jaime me va a producir una película –dijo Martín, a guisa de saludo, haciendo que el susodicho casi se atragantara con el café que estaba tomando–. No, ahora en serio, hemos coincidido y hemos compartido mesa –aclaró Garrido–. Y es que hace años que nos conocemos… Pero sí te diré que voy a empezar a rodar una película muy pronto. El director fantasma, se titula. En ella vengo a hacer un repaso a todos mis años como tal, como director. Y lo hago en plan crítico y grotesco. Y rodaré una parte en Madrid dentro de un par de semanas, contando con los actores Beatriz Barón, Manuel Galiana, Valentín Paredes, Diego Rojas, que es director de la filmoteca Cine doré, Alejandra Greppi… ¿Y tú me dirás que por qué rodar en Madrid y no en Mallorca, que también rodaré una parte en la Isla...? Pues porque aquí es muy complicado. Aquí lo único que les preocupa, y ocupa, son las producciones extranjeras, cuando realmente los de aquí deberíamos tener mayor apoyo. Me refiero a apoyo oficial. Y lo digo con conocimiento de causa, pues jamás he recibido ninguno, ¡y mira que he hecho cine, eh...! Pues ni un céntimo. Nada». Jaime Martínez asiente. Seguro que toma buena nota.
Al poco rato termina la sobremesa. Ángel recibe a un cliente, con quien se sienta en otro lugar, mientras que Jaime se va porque tiene una reunión con asociaciones de vecinos, «pues aunque nuestro trabajo no trascienda mucho, no paramos». Pues eso. Que Martín vuelve a rodar. «¡Ah, bueno! –apostilla– Gabriel Morell es el productor ejecutivo de El director fantasma, mientras que la dirección y el guion son míos».
Recuerda al tío abuelo
Si el tiempo no lo impide, el domingo hay jornada ciclista en Palma. Concretamente se celebra la diada programada para Sant Sebastià, que la COVID-19 malogró. Entre los participantes estará Damián Prohens Bisbal, natural de Campos, divorciado y padre de tres hijos, a quien conocimos en enero de 2019, cuando se presentó a un First Dates, tras el cual no hubo un segundo encuentro, pero reconoció que «en el programa me lo pasé muy bien. Fue una experiencia interesante».
El motivo de su participación en dicha diada ciclista es el de rendir un homenaje a su tío abuelo, Damián Talladas Mas, a quien no conoció, «pues nací tras haber muerto él, pero sé que era un gran aficionado al ciclismo y a montar en bicicleta, cosa que hacía en una Gladiator, fabricada en París por la casa Laucoc&Darraco, según figura en la chapa de identificación». Bicicleta que conserva todavía y que será con la que rodará el domingo, entre otros muchos ciclistas, «puesto que vieja sí lo es, pero funciona muy bien, como espero que se vea el domingo… Si el mal tiempo no lo impide». Pues esperemos que luzca el sol y que Damián pueda rodar con su Gladiatorhomenajeando a su antepasado.
Jardincito
Nuestro buen amigo Sandro Fantini, que sabe que nos gusta dar a conocer este tipo de temas, porque también sabe que le gusta conocerlos al lector, nos manda unas fotos tomadas en un lugar de la Platja de Palma, en un aparcamiento, concretamente, en el que se ve que vivir en un coche no está reñido con el sentido de la estética y el buen gusto. Porque, según se aprecia en las fotos que nos manda, está claro que alguien vive en ese coche, aparcado junto a tres motos, frente a un árbol, apuntalado por dos troncos, en cuya tierra limitada por el alcorque ha plantado un pequeño jardín, que preserva con una especie de barrera metálica, y que viendo la garrafa de agua que hay, riega periódicamente y… Pues eso, que el vivir en un coche no quita que uno sea persona –o personas, pues igual en él vive más gente; que podría ser– de buen gusto... Y aseados, pues a través del cristal vemos en un vaso cepillos de dientes y dentífrico. Pues ¡mucha salud, hermano, o hermanos! Porque, pese a todo, y se mire como se mire, la vida es bella.
Homenaje a la mujer
La pintora Pilar García, a quien encontramos en la première de Solidart, en la Fundació Sa Nostra –por cierto, la subasta silenciosa de arte a beneficio de Ucrania, un éxito, tanto en obras de arte, como en asistencia de público y pujas en las subastas, todo gracias a una buenísima organización; subasta que finalizó ayer–, nos dice que, bajo el título de Camino de libertad, expondrá en el Hotel Saratoga entre el 31 de marzo –ayer– y el 22 de abril, siendo la inauguración oficial el 6 de abril, a las 19.30 horas, acto en el que se contará con la actuación musical de Samuel García (componente de la Orquestra Simfònica de les Illes Balears) y el pianista Héctor Cañola. Aparte, Pilar nos avanza que el número de obras que presentará serán 22, «entre ellas, dos retratos, seis muebles intervenidos con óleos y 17 abanicos». En cierto modo, es un homenaje a la mujer, a las que califica de «mis musas, que se sienten amadas antes de nacer. Por eso buscan la excelencia en el amor y saben esperar porque son sabias, valientes y creen en el perdón. Por eso caminan en libertad por ser amadas por el mismo Dios. Son pura vida».