Llega la primavera y los días se hacen más largos, hay más horas de sol y toca volver a cambiar el horario. Modificar la agujas del reloj se ha convertido en una tradición en España desde 1974; en marzo se adelanta una hora para entrar en el horario de verano y en octubre se atrasa para que mande el horario de invierno. Este mes tiene lugar el primer cambio horario de 2022, que como es habitual se llevará a cabo el último fin de semana de marzo.
La madrugada del sábado 26 al domingo 27 se adelantará una hora el reloj. Es decir, a las 03.00 de la madrugada hay que adelantar los relojes para que sean las 04.00 horas. Este es el cambio menos generoso, ya que aquellos que tengan que madrugar dormirán una hora menos. La tanda de meses que forman este horario es más larga que la invernal. Su efecto visual más claro para las personas está en las horas de luz solar, mucho mayores entre marzo y octubre, y que decrecen súbitamente con el cambio otoñal hasta alcanzar su mínimo en el solsticio de invierno, hacia el 21 de diciembre, en el que viene siendo el día más corto del año.
La primavera comenzará el próximo domingo 20 de marzo a las 16.33 horas y se espera que sea en Baleares un trimestre más cálido de lo normal, aunque con las precipitaciones habituales de esta estación. Acaba así el que ha sido el invierno más seco en todas las Islas desde que existen registros, a excepción de en Menorca, donde ha sido el segundo más seco. La tendencia de las temperaturas va a ser de una subida paulatina a lo largo del trimestre hasta llegar al inicio del verano, que será el martes 21 de junio a las 11.44 horas. La primavera, por lo tanto, habrá durado 92 días, 17 horas y 41 minutos.
El cambio horario se hace dos veces al año desde los años 70. En verano tiene lugar el último fin de semana de marzo y, ahora en invierno, a finales de octubre. El objetivo de esta medida es ahorrar en consumo energético, según las horas de luz natural. Desde hace unos años se debate si este cambio horario es necesario. Son muchos los que se preguntan si este será el último, ya que la Comisión Europea se fijó como objetivo poner fin a los cambios de hora en 2019 y debido a la pandemia la cuestión ha quedado aparcada y sin fecha.