¿Qué dirían las mascotas si pudieran hablar? Tienen su propia torre de Babel y de su lenguaje apenas podemos intuir algunas emociones, a no ser que alguien como Carlos Roca les preste su voz para poder expresarse como cualquiera de nosotros. Así es como este menorquín monta divertidos vídeos de parodias sobre la actualidad, que se hacen virales. De niño, ya se divertía mucho imitando a su padre, el cartaginés Carlos Roca, director de Cadena Ser Menorca durante siete años y de Onda Cero Menorca durante otros trece. En ese tiempo nació él, en Maó, la tierra de su madre.
Muchas tardes, Carlos –hijo– salía del Conservatorio y se iba a la emisora a esperar a que su padre terminara de trabajar y, mientras, hacía los deberes. Allí se fue empapando ya de un ambiente en el que la voz era la protagonista. Jugando a locutar como su progenitor, iba ejercitando la facilidad que ahora tiene para dar voz a animaciones de animales. Y se vale de ese talento también para impostar la voz de actores como John Travolta en la película Pulp Fiction. Sobre una de las escenas del film de Tarantino construyó la parodia John Travolta quiere ser menorquín, en la que Travolta y Samuel L. Jackson comentan con gran entusiasmo las fiestas de Menorca.
Éxito en las redes
El vídeo se hizo viral y empezó a sumar seguidores en las redes. «Fui probando, y así descubrí que tenía esa versatilidad con mi voz», afirma. Repitió la misma fórmula recreando con su dicción al protagonista de Frozen (Disney); en el montaje Olaf sueña con ser autónomo en España. Roca dota a los animales de personalidad en un ejercicio creativo, vistiéndolos de realidad humana. «Lo que me gusta del doblaje es que te permite ponerte en la piel de alguien, pegarte y desaparecer como persona para que tu voz parezca la de otro», explica Carlos Roca. «Y lo que hago en las redes me gusta porque es como un folio en blanco, tengo la oportunidad de hacer lo que quiera».
Dos meses al año los suele pasar en Menorca, «porque con un micro y conexión a internet puedo trabajar donde quiero». Le encanta recorrer la isla en bicicleta y pescar. «Menorca es maravillosa, es el lugar en el que me siento en casa, y el silencio allí es lo que más me cautiva». Pero añade que «me pongo en la piel de los menorquines, a quienes no les gusta que la isla se apague tanto en invierno. Es un tema de fomento de la propia vida, de la cultura, opciones que están ahí, porque Menorca tiene una actividad cultural muy potente, solo falta promoción, campañas para dar a conocer los atractivos culturales de la isla en invierno, sería un gran estímulo local, y más vida para sus calles, que no queden desangeladas cada día tan pronto».
Trayectoria
Carlos Roca estudió Comunicación Audiovisual y se especializó en ficción y publicidad. Durante su rehabilitación, tras una caída y varias intervenciones quirúrgicas, decidió reorientar su camino profesional y apostó por lo que tenía más cerca: su voz. Probó con el montaje de Pulp Fiction. Desde entonces, Roca crea de manera espontánea. Afirma que en su trabajo «el primer reto siempre es de guión. Lo que se ve es la ejecución, pero a mí me gusta más crear la historia, los diálogos y buscar la materia prima». Tiene su estudio montado en casa, en Sabadell, una cabina de locución y medios de primera calidad, y en Menorca tiene otro, en Es Castell. «Las redes sociales me han dado la oportunidad de hacer cosas para mi tierra, y una vez al año siempre preparo algo en clave menorquina. Es una manera de mantener un vínculo con la isla y su gente».
Ha superado las 200.000 visualizaciones de un vídeo en el que defiende el comercio local de Menorca, ¡Menorca no se tapa!, para la Asociación Empresarial de Comerciantes de Menorca, que aún circula por Whatsapp. Para las abarcas Mibo también preparó un vídeo especial con motivo del aniversario de la firma menorquina. «Gracias a la visibilidad en las redes, he podido hacer contactos y relaciones personales muy especiales», concluye.