La reciente noticia sobre un brote de salmonelosis en siete países de Europa ha hecho encender las alarmas. Las autoridades sanitarias de la Unión investigan hasta 270 casos de una cepa en expansión en el continente, que se ha cobrado ya dos víctimas mortales. El origen del foco parece estar en la exportación de huevos procedentes de una granja española. La revelación de esta investigación ha causado un notorio revuelo, pero... ¿qué es exactamente la salmonelosis y hasta qué punto es preocupante?
La salmonelosis es una intoxicación alimentaria, una de las más frecuentes. La causa la bacteria de la salmonella, cuando perjudica, principalmente, a huevos y carne -sobre todo, de animales de corral como pollo- crudos o poco hechos y lácteos. También puede afectar a verduras, hortalizas e incluso al agua. El gran problema es que, aunque estos productos estén contaminados con la bacteria, no tienen por qué presentar una mal aspecto u olor. Así, cuando los ingerimos, introducimos con ellos sin saberlo, la bacteria.
¿Qué síntomas produce?
Entre 12 y 72 horas después de ello empiezan a surgir los primeros síntomas de que algo no va bien: diarrea, fiebre dolor abdominal...Son señales parecidas a las de la típica gastreonteritis. Sin embargo, en ciertos casos se puede requerir incluso ingreso hospitalario por fuertes diarreas que pueden causar episodios de deshidratación alarmante.
A pesar de ello, en la mayoría de casos, el malestar se pasa en una semana en casa, con manta y sopa. Eso sí, si la bacteria se extiende a otras partes del organismo, puede ser necesario el uso de antibióticos. El punto crítico es si la infección alcanza el aparato digestivo, caso en el que puede llegar a provocar la muerte. Los niños y los más mayores son los grupos más vulnerables y que pueden sufrir con mayor gravedad los síntomas.
¿Cómo evitar infectarnos?
Los expertos recomiendan una serie de consejos para tratar de esquivar dentro de lo posible una infección de salmonela. Esto es lo que recomiendan para evitar pasar una semana de retortijones de estómago y constantes visitas al baño:
- Fecha de caducidad: prestar atención a la fecha indicada, así como a las recomendaciones de conservación de los mismos.
- Evitar comer carne cruda o muy poco hecha.
- Productos lácteos: no dejarlos fuera de la nevera más de dos horas.
- Mayonesa y salsas: guardarlos de inmediato en la nevera y aumentar el limón o el vinagre en su elaboración, para una mejor conservación.
- Huevos: no comer huevos que no mantengan la cáscara entera intacta.