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No para todos ha sido negativa la pandemia, basta mirar cómo les ha ido a Xavi y a Clara

Xavi y Clara en la Plaça d’Espanya, camino del entrenamiento. | Click

| Palma |

A no todos les ha ido mal esta pandemia. Incluso les ha cambiado la vida para bien. Y como la historia es, además, bonita, os la voy a contar. Son dos sus protagonistas. Clara Poles Díez y Xavi Bonnín Palou. ‘Chica Diez’ y ‘Buen chico’, se autodefinen. Y de verdad que lo son. Hace unos diez años, o puede que un poco más, ella era alumna del colegio San Buenaventura, de Llucmajor, y él profesor de gimnasia de dicho centro. Ella le tenía como un profesor innovador, con ideas nuevas, que les hacía disfrutar de la clase, mientras que él, que por las tardes era entrenador personal, a ella la veía como una alumna más, pero muy predispuesta a la hora de realizar los ejercicios que indicaba.

Diez años después, se volvieron a encontrar. El seguía como entrenador personal, y ella se preparaba para el campeonato de España Natural de fitness, modalidad bikini, afición que desarrollaba después de su trabajo como recepcionista –habla alemán, inglés y francés, además de catalán y español– en el hotel boutique Can Cera, a un tiro de piedra de la plaza de Santa Eulàlia, de Palma.

Sentados en la terraza del bar Cristal, nos van contando la historia, que tiene varias etapas, pues antes de reencontrarse, ella estuvo en Berlín, aprendiendo alemán subvencionada por el gobierno de Merkel, más tarde en Francia, y una semana antes de decretarse el estado de alarma, en Marruecos. «Tuve que quedarme a vivir allí durante cuatro meses, pues no nos dejaban abandonar el país». Por su parte, él, debido a la pandemia, se vio obligado a reinventarse, reconvirtiendo parte de su casa en un gimnasio desde el que daba clases online.

Cómo contactaron

Durante los primeros meses de pandemia, concretamente durante el tiempo en que ella estaba en Marruecos, como ambos están en Instagram, ella contactó con él y le expuso parte de sus planes en la preparación para el campeonato de fitness Natural al que iba a presentarse. «Quedamos en hablar al regreso de ella, cosa que hicimos». Pero como los gimnasios por entonces estaban cerrados, ella le propuso entrenar en el suyo y, de paso, quedarse a vivir allí.

Cualquier lugar es bueno para ejercitarse, ya sea su casa, la terraza de su casa, el puerto...

«Como una okupa –recuerda ella, riéndose–. Porque me instalé allí hasta… Bueno, hasta hoy, donde aun sigo y espero seguir mucho tiempo más». Eso, entre otras cosas, supuso tener que comprar un rak de pesas, poleas… «Porque no es lo mismo ser entrenador personal –dice él–, que tener que preparar a una posible campeona de España de Fitness Natural, modalidad bikini».

¿Que por qué sigue ella instalada en casa de él hasta hoy, donde continúa con su preparación…? Pues porque… «Porque hoy somos pareja», confiesa él, ante la mirada complaciente de ella. Y eso es porque, tal vez, el roce engendra cariño, tal vez porque el trato diario despierta sentimientos… «Lo cierto es que una tarde, dando uno de nuestros paseos-ejercicio, en plena naturaleza, se me declaró. Y yo le dije que sí. Y aquí seguimos».

Profesor y alumna… Nunca digas nunca jamás…
Mientras tanto, Xavi no solo no había descuidado su trabajo como entrenador personal, sino que también dedicaba su tiempo a la preparación de Clara para el campeonato de España de fitness, modalidad bikini.

Xavi y Clara forman una pareja muy compenetrada, unida y enamorada.

«Antes me presenté al de Baleares, y lo gané, y más tarde fui al de España, y quedé finalista, en el quinto puesto –matiza–. No está mal por ser la primera vez, y por la calidad de mis rivales. Ahora nos estamos preparando otra vez para el campeonato nacional». Y dice ‘nos’ porque él, animado por ella, ha decidido ser uno más de los aspirantes al título nacional de Fitness, modalidad Natural, es decir, solo trabajando su cuerpo con pesas y ejercicios. «Seguimos con la preparación y la dieta correspondiente, y yo me dejo llevar por su experiencia. Vamos, como si ella fuera mi preparador».

Pues la de vueltas que da la vida, ¿eh?. Porque quién les diría a ambos, diez años atrás, que les iba a pasar lo que les ha pasado. Y también quién le diría a él, que tras haber preparado a ella para un campeonato de fitness de categoría nacional, sea ahora ella quien, además de animarle a participar, le marque algunas pautas a seguir dada su experiencia en este campo. Aparte, ellos siguen con lo suyo. Ella, en el hotel, y luego entrenando, y él dando clases como preparador personal.
Esta visto, pues, que la pandemia no ha sido mala para todos.

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