Soy Georgina, la serie documental sobre la vida de la mujer del futbolista portugués Cristiano Ronaldo, se ha convertido en todo un éxito de la plataforma Netflix. Desde su estreno el pasado 27 de enero ha cosechado una gran audiencia y se ha posicionado en tercer lugar del Top 10 en más de 60 países, entre ellos España. La vida de Georgina Rodríguez cambió desde el mismo momento en que conoció al astro, y así lo cuenta ella misma en el reality, pasando de ser una dependienta en unos grandes almacenes de ropa a ser una de las clientas más selectas de las grandes firmas y prestigiosas tiendas en París, hasta el punto de conseguir cerrar las puertas de algunas de ellas para ser atendida con exclusividad.
Pese a querer mostrarse sencilla y humilde, el alarde de todo el lujo que muestra, con impresionantes casas, espectaculares coches, yates, servicio de escoltas y unas costosas vacaciones desvelan su elevado nivel de vida. El capítulo cuarto relata cómo fueron sus vacaciones del pasado verano en Mallorca. Tras caer la selección de Portugal en la Eurocopa 2021 ante Bélgica y no pasar a cuartos de final, Cristiano Ronaldo y su familia pusieron rumbo a la Isla. «Mallorca me encanta. Son las terceras vacaciones que pasamos y sus aguas son las mejores de Europa», confiesa Georgina. El propio CR7 asegura que en sus vacaciones de verano «quiero estar tranquilo, hacer lo que me salga de ahí. Estar libre como un pájaro. Estar en el barco y pasar tiempo con mis hijos y mis amigos».
La familia, como publicó en exclusiva Ultima Hora el 7 de julio de 2021, se alojó en el Castell de Manresa, en Alcúdia. «La casa está a pie de mar, con un gran jardín y una piscina alejada de la casa para que nadie moleste durante la siesta. En Mallorca nos encanta disfrutar de la piscina, la playa, los restaurantes y la cama», concluye Georgina Rodríguez en el capítulo sobre Mallorca. Soy Georgina cuenta con tal éxito que ya se trabaja en una segunda temporada.